
Cristián Perez, director (s) de la Fundación Integra, afirmó que “si trabajamos en la observación y prevención, nos informan a tiempo, y hacemos un puente a la red que nos facilita las cosas, mientras más tiempo pase, más daño se le hace al niño”.
Por su parte, Paola Valenzuela, jefa del Programa Educativo y de Promoción de la Fundación afirmó que “es una acción entre niños, que tienen entre tres y cuatro años de edad. No representa abuso”. Reconoce que hay una conducta sexualizada, que no es la esperada para la edad.
Valenzuela agregó que “acá hay una conducta que no es propia de la edad. No estamos frente a un delito de connotación sexual, que sí se da cuando hay adultos”. Agregó que existe un procedimiento de informar a los padres y sólo a los involucrados respecto de sus hijos y no de los otros niños. “Si nosotros transmitiéramos todo lo que sucedió y quienes son los involucrados, estamos vulnerando los derechos de los niños”, explicó.
Además y por procedimiento se informó al tribunal quien determina cómo se va a apoyar los involucrados.
Recomendaciones
Los funcionarios agregaron que se realiza un trabajo de aprendizaje con los niños para que entiendan que hay cosas que no se pueden hacer, las que sí se pueden hacer y qué cosas pueden hacer los adultos con ellos y qué cosas no. La primera manera de detener estos hechos o frente a un adulto es que sepan que hay cosas que no pueden hacerle.
También señalaron que cuando los niños le dicen algo a sus padres, estos deben creerles, para poder manifestarlo a quién corresponde y se activen las redes.