
En primer lugar el fiscal Felipe Olivares dio cuenta de los hechos ocurridos ayer a las 11 de la mañana cuando las cámaras de seguridad del BC registraron a los ex trabajadores sustrayendo parte de los billetes que estaban destinados a ser destruidos.
Según el relato, al ser descubiertos los imputados habrían entregado voluntariamente los billetes, pese a que el abogado de la defensa solicitó que se declarara la nulidad de la diligencia por considerar que se habían vulnerado los derechos de los imputados durante la incautación de los billetes.
Durante la audiencia además se declaró admisible la querella presentada por el Banco Central. La fiscalía solicitó la detención preventiva por el delito de malversación de fondos públicos a los cuatro imputados que además tenían billetes guardados en sus casilleros. Es más, según la declaración de uno de los imputados, era algo que hacían desde antes pero que las nuevas cámaras los habrían dejado en evidencia. El representante del BC, Fernando Palma, explicaba la razón por la que el ente emisor destruye billetes cada cierto tiempo.
Cambio de sistema
El gerente general del instituto emisor, Alejandro Zurbuchen, informó ayer que están trabajando en una modificación del sistema de eliminación de billetes antiguos, a un sistema automatizado, donde participarían menos personas, y que sería más seguro que el existente actualmente.
Dicho nuevo sistema está actualmente en “marcha blanca”, y prontamente será el que se ocupe en todos los casos.
El ejecutivo informó que la sustracción fue descubierta gracias a los “procesos de control interno, correspondientes al proceso de eliminación de billetes no aptos”. En ese momento los funcionarios fueron enfrentados y éstos entregaron los billetes que se encontraban en las mangas de sus chaquetas.
Zurbuchen explicó que actualmente el proceso funciona de la siguiente forma: llegan los billetes desde los bancos comerciales y los que no son aptos para el uso son separados y son guardados listos para su trituración. Este proceso depende de una comisión de tres personas, quienes observan el proceso a cargo de unos cuatro operarios.
No obstante lo anterior, el gerente explicó que con los nuevos billetes, este proceso se lleva a cabo menos que antes.