
Los directivos de los padres y apoderados plantearon, también, su preocupación por la fiscalización al establecimiento, haciendo presente que, en lo referido a carencias de infraestructura, era producto de la antigüedad del edificio de la escuela, que data del año. 1968 y que corresponde al sostenedor asumir esa responsabilidad.
Oyola y sus colaboradores destacaron los excelentes resultados logrados en la Prueba SIMCE; los aportes que en materia de aseo y mantención del colegio hacen los padres y apoderados y la decepción que arrastran desde el año 2005 cuando no se concretó una inversión de 742 millones de pesos, para un escuela nueva y cuyo destino final hasta hoy ignoran, a lo que se sumó la eliminación de los séptimos y octavos años a partir del 2006.
Por eso agradecieron el apoyo recibido de parte del profesor Muñoz ya que eso renueva en la comunidad escolar de Barranco Amarillo, Escuela Dellamira Rebeca Aguilar, la esperanza de que los niños de ese sector rural podrán estudiar en una escuela nueva, acorde con las necesidades que se requiere satisfacer para que logren buenos resultados como estudiantes y como personas, hijos de familias modestas pero muy esforzadas afincadas por largos años en ese sector de Punta Arenas.-