Históricos integrantes de Concejo Municipal critican “clima” al interior de entidad edilicia

General
21/08/2012 a las 09:25
El próximo 6 de diciembre asumirá en plenitud el nuevo gobierno comunal, elegido por votación popular con inscripción automática para mayores de 18 años y voto voluntario. Ese día hará su estreno en sociedad el nuevo alcalde y el Concejo Municipal por un período de cuatro años, vale decir hasta 2016.
El actual concejo, integrado por Emilio Boccazzi, Claudia Barrientos, José Saldivia, José Aguilante, Mario Pascual, Roberto Sahr, Vicente Karelovic y Antonio Ríspoli, junto al alcalde Vladimiro Mimica, pasará a la historia de la legislatura comunal como el primero en judicializar sus acciones, entre sus propios integrantes, a raíz de múltiples acusaciones encontradas con querellas incluidas, como las que presentó el alcalde contra los concejales Sahr y Karelovic.
Otras denuncias a tribunales y Contraloría de la República fueron las que hicieron los ediles Aguilante, Saldivia, Karelovic y Sahr contra el propio jefe comunal, por una serie de anomalías y falta de prolijidad en concesiones municipales, licitaciones y compra de bienes como el bullado caso de los usados “buses amarillos” que se adquirieron en Estados Unidos.
La judicialización municipal fue una verdadera “piedra en el zapato” para el alcalde Mimica, durante toda su administración, que le quitó el sueño para poder gobernar a plenitud, según su deseo primario cuando llegó al Palacio José Montes.
La frase de Mimica cuando asumió la alcaldía hace cuatro años “me encuentro con un grupo de amigos notables, amigos de toda la vida”, pasó a “mejor causa”, ya que al poco andar, esos “amigos notables”, no lo fueron, encontrándose muchas veces en tribunales o respondiendo oficios en defensa a su propia gestión, para echar por tierra los argumentos del otro.
Regidor
Francisco Alarcón Barrientos fue regidor de las antiguas municipalidades desde 1971 al 11 de septiembre de 1973. Era dirigente de la Central Única de Trabajadores (CUT) y del Partido Comunista (PC).
Recuerda Alarcón que “el concejo era un ente muy serio que analizaba en conjunto las propuestas que, en ese entonces, hacía la comunidad, actuándose siempre por voto de mayoría, nunca con imposición de la propuesta del alcalde”, que en esa época era el militante de la Unión Socialista Popular (Usopo), Evalterio Agüero.
Al regidor Alarcón le tocó vivir un período histórico político de gran tensión en Chile antes del Golpe de Estado. Sin embargo, recuerda que había mucho respeto entre el cuerpo colegiado que integraban el también comunista Luis Godoy Gómez; los socialistas Pedro Calixto y Hernán Álvarez y los democratacristianos Dante Baeriswyl, Joaquín Curtze y Claudio Mardones, que finalmente renunció a la falange para militar en la Izquierda Cristiana.
“Las actas municipales se nos hacían llegar con mucha antelación y cuando sesionábamos, teníamos un real conocimiento de toda la situación a discutir. Había mucho respeto entre todos nosotros. Nunca una palabra soez ni garabato”, rememora Alarcón.
Prosigue: “Además, los concejales tenían más autoridad que hoy y había discusiones de alto nivel, preocupados siempre por nuestra comuna más allá del partido político que uno representaba”.
Alarcón recuerda que las sesiones eran públicas, al igual que hoy, pero con la diferencia que cada 15 días, cuando se reunían los regidores, llegaba mucha gente, al segundo piso del edificio municipal que funcionaba en calle Bories esquina Avenida Colón. “Es más, se le ofrecía la palabra a las organizaciones comunitarias y sindicales, cuando sus dirigentes tenían que hacer planteamientos en procura de un mejor desarrollo y bienestar de la comuna y de sus familias. Era más participativo el sistema. Hoy eso no sucede”, enfatizó.
Concejal
Óscar Bravo Hidalgo, quien fue concejal de la comuna por 16 años desde 1992 a 2008, elegido en el primer periodo como militante de la Unión Demócrata Independiente (UDI), comenta que “el actual Concejo Municipal no tiene nada que ver con los de antes”.
Bravo concuerda con Alarcón sobre el respeto que se tenían entre ellos. “Había calidad de personas, de mayor peso político, todo era más solemne en la discusión de los temas, con análisis y profundización de ellos”.
Eran los tiempos de los primeros concejales de 1992, Alfonso Cárcamo y Luis Godoy Gómez del Partido por la Democracia (PPD); de Emilio Jiménez y Carlos González Yaksic del Partido Socialista (PS); de María Angélica Contreras de Renovación Nacional (RN) y de René Bobadilla y José Saldivia de la Democracia Cristiana (DC), junto al alcalde González Yaksic, cuando la eleccón no era dividida entre el jefe comunal y los ediles.
“Se exponía con fundamento -rememora Bravo- y nunca hubo una querella por diferencias políticas. Nunca se llegó a los Tribunales de Justicia. Nuestras propuestas siempre eran respaldadas con argumentos válidos y respetábamos también las ponencias de los otros concejales”.
Recuerda también el ex pre candidato a alcalde de la UDI, que “siempre nuestras votaciones fueron por unanimidad, ni siquiera por mayoría. Esas fueron las menos, si es que las hubo, aunque no recuerdo”, recalcó.
“En el balance general, la gestión de este Concejo Comunal no fue buena”, manifestó el ahora militante UDI.
“Recuerdo hoy con nostalgia el periodo que tuvimos entre 1992 a 1996. Absolutamente distinto, donde ‘nadie tiraba el caballo para su lado’, donde todo era correctamente discutido, respetándonos todos, a pesar de las diferencias políticas. Eso se añora”, expresa Bravo.

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