
El geólogo Eduardo Oliveros dijo que se trata de un grupo de más de 15 amonites extintos hace 75 millones de años, que son moluscos parientes de los actuales pulpos y calamares. “En el cretácico también estaban emparentados con los nautilos, en el habitat acuático, y con los dinosaurios en el continental”, indicó.
Destacó que su tamaño es sorprendente,que tienen alrededor de un metro de díametro y que la cantidad es inédita, ya que el hallazgo se produjo en un acantilado de unos 40 metros de altura, en donde en distintas capas hay unos dos amonites por franja.
Oliveros trabaja en el Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic) de Ushuaia y junto a su colega Albar Sobral conduce una investigación en la Antártida financiada por la Agencia Nacional de Promoción Científica y la Dirección Nacional del Antártico.
Asimismo explicó que estos amonites pertenecen al grupo de los “paquidiscus” (nombre científico que alude al tamaño de la conchilla) y se encuentran en un excelente estado de conservación.
“Pertenecen al período campañano del Cretácico,cuando habitaban en el océano abierto” dijo que estos ejemplares fueron depositados en un sector de la Antártica en que esa era presentaba un clima templado y un paisaje de bosques y dinosaurios, “ parecido al bosque andino patagónico”,explicó.
El hallazgo más grande de un amonite gigante,se produjo en Alemania: es el ”parapuzosia semperadensis” y mide 1,70 metro de diámetro.