Indignación es la palabra que mejor refleja lo que están sintiendo los voluntarios de la Cruz Roja con la Universidad del Mar. Esto porque desde junio del año pasado no le cancelan el arriendo de los dos pisos que utilizan del edificio de Avenida Colón, en Punta Arenas. Son más de $24 millones los que adeuda la casa de estudios superiores, situación que como relataron a Diario El Pingüino la presidenta regional de la institución Sonia Martinic y la secretaria Susana Suárez, conllevó a que presentaran una demanda contra la universidad, la cual persigue que si no les han cancelado al 24 de septiembre, cuatro días más tarde la fuerza pública proceda a su desalojo.
“Estoy muy sentida por la poca voluntad que han tenido hacia una institución de beneficencia”, remarcó Martinic, quien mencionó que la situación financiera de la Cruz Roja se hace aún más insostenible si se consideran los cerca de
$ 26 millones en daños que sufrieron tras el aluvión de marzo pasado.
Reunión de vicerrectora
La millonaria deuda se hizo pública por las representantes de la Cruz Roja un día después de la masiva reunión que sostuvo la rectora subrogante de la Universidad del Mar, Verónica Letelier, con docentes, administrativos y alumnos, en la cual les informó, como señaló Ricardo Barrera, secretario general del Consejo de Presidentes y presidente de la carrera de Fonoaudiología, que “se realizará un cierre programado de la sede, lo que quiere decir que se cerrará cuando se titule el último estudiante y que para el 2013 no se recibiría ningún estudiante nuevo, no habría admisión”, dijo.
Se les dio a conocer además que se encuentran a la espera de la liberación de los fondos del Crédito Aval del Estado (CAE), recursos que destinarían a cubrir en parte las deudas adquiridas en Punta Arenas, “lo que prácticamente es imposible, porque se le debe mucho a los profesores; meses de sueldo, cotizaciones e imposiciones, por lo tanto hay mucha incertidumbre entre los estudiantes, especialmente porque cómo se va a hacer un cierre programado cuando todos los que entraron a la Universidad del Mar en esta sede lo hicieron pensando en el futuro, en lo que nos estaban entregando. Era un proyecto de vida, profesional, entonces lo que pedimos es una respuesta concreta y las soluciones necesarias de que a los que se quieran ir se les haga todo el procedimiento y la universidad ponga la cara y te ayude a buscar el mejor futuro”, estableció.
El objetivo del alumnado, precisó, es que los estudiantes que se cambien de casa de estudios superiores no asuman años inferiores, debido a que hay casos que han intentado convalidar ramos de cuarto año en la Universidad de Magallanes, pero se les niega dicha posibilidad y se les insta a comenzar la carrera desde su inicio, motivo por el cual para el dirigente es fundamental que la rectoría realice una gestión en post del beneficio de los alumnos. A su vez, dijo que todo el proceso de cambio no debiera significarle un costo adicional al estudiante.
Versión oficial
Pese a la versión del alumnado sobre lo sostenido por Letelier, ayer en un comunicado institucional firmado por el presidente de la Junta Directiva, Mauricio Cordaro, y por el vicepresidente Pedro Avendaño, se señaló tajantemente que “no se ha tomado ninguna resolución de cierre de la sede y claramente cualquier opinión o interpretación al respecto, que un funcionario puede hacer es sólo a título personal y no representa el espíritu del cuerpo colegiado, única entidad responsable de adoptar este tipo de decisiones”.