Las gestiones ante la Seremi de Salud, el descontento de los funcionarios municipales y un grave problema en los equipos de sonido, marcaron ayer la antesala de la apertura del Teatro Municipal José Bohr de Punta Arenas. La jornada estuvo rodeada por factores internos y externos que poco y nada ayudaron en la previa de la gala programada a partir de las 20 horas. Sin embargo, no lograron empañar el espectáculo organizado por la Fundación Jorge Sharp Corona ni la majestuosidad del recinto restaurado con aportes del Gobierno Regional.