Un mensaje que dedicó a los jóvenes, con una fuerte crítica y contenido social, fue el que pronunció ayer el obispo Bernardo Bastres, durante la homilía del Te Deum de Fiestas Patrias en Punta Arenas. Cumpliendo con una tradición, fue la Iglesia Catedral la que acogió a cientos de invitados, encabezados por el intendente de Magallanes, Mauricio Peña y Lillo; autoridades comunales y representantes de las Fuerzas Armadas y Carabineros.
Monseñor Bastres invitó a la pastora luterana, Gloria Rojas Vargas y al pastor de la Iglesia Metodista, Ronny Pulgar Hughes, a concelebrar el servicio.
En lo musical destacó la presentación de la Agrupación Coral Salesiana, formada por alumnos y ex alumnos de los cuatro colegios salesianos, dirigidos por el profesor del Instituto Don Bosco, Luis Santana.
Mensaje
Bastres resaltó la generosidad permanente de los jóvenes. En tal sentido recordó el desastre vivido con el desborde del Río Las Minas, donde respondieron rápida y desinteresadamente; al igual que en la reforestación del Parque de las Torres del Paine. “Han sido ellos, los jóvenes, los que han continuado con entusiasmo durante 40 años la obra de los Cevas”. Destacó a los universitarios que cada año trabajan en la “Misión País” o en “Un Techo para Chile”.
Son interminables las iniciativas positivas que realizan los jóvenes en nuestra Patria, pero que sin embargo no son reconocidas por nosotros, seguramente porque, como reza el proverbio, “hace más ruido un árbol que cae, que un bosque que nace”.
“Por eso, nos duele constatar que muchos jóvenes de nuestro país atraviesan por situaciones que les afectan significativamente: la pobreza, que limita su crecimiento armónico y genera una escandalosa exclusión”.
Síntoma social
“Nos tiene que hacer pensar, remarcó monseñor Bastres, el hecho de que unos 40 mil jóvenes y adolescentes no estudian ni trabajan. Las manifestaciones estudiantiles son un verdadero síntoma social, que ha puesto al descubierto situaciones aún no resueltas. Estas expresiones, protagonizadas por estudiantes del sector público y privado, por secundarios y universitarios, nos deben cuestionar profundamente, ya que en sus demandas hay anhelos de justicia e igualdad. Debemos estar cerca de los jóvenes; tenemos que aprender a escucharlos para responder adecuadamente a sus inquietudes, sin dilatar o negar el diálogo, que es el único camino para la paz social y el entendimiento entre los chilenos”.
Y aunque parezca contradictorio con la alta adhesión al movimiento estudiantil, “se ve ausencia de jóvenes en lo político debido a la desconfianza que generan las situaciones de corrupción, el desprestigio de los políticos y la búsqueda de intereses personales frente al bien común”.
Al término del Te Deum, el intendente Peña y Lillo compartió las palabras del obispo sobre todo en la responsabilidad que tienen los jóvenes y las autoridades para ir mejorando la calidad de vida de todos los magallánicos.