
El objetivo principal de un Plan de Protección es identificar las áreas prioritarias de cierto sector, para luego programar actividades de prevención. Asimismo, define los pasos a seguir para enfrentar un posible siniestro, por lo cual se entregan propuestas de gestión para la preparación del personal y equipos, así como para el combate.
Una herramienta importante que se obtiene al diseñar un Plan de Protección es la cartografía de referencia, que consta de tres mapas que definen las áreas de riesgo, peligro y daño potencial, los cuales se traslapan para definir finalmente las áreas prioritarias de protección contra incendios forestales.
Posteriormente, para cada área prioritaria se formulan propuestas para la gestión de la protección (en este caso del Parque), que incorporan actividades de prevención de incendios forestales, preparación de recursos materiales y humanos, y de combate en caso de ocurrir un siniestro.
El taller en el Parque Nacional Torres del Paine fue guiado por los funcionarios del Departamento de Manejo del Fuego de CONAF, Daniela Tapia y Luis Miguel González. En él participaron seis de los guardaparques más antiguos y que mejor conocen la unidad, encabezados por el encargado de la gestión de incendios, Galvarino Oyarzún.
El siguiente paso es presentar el documento y validarlo entre las instituciones y empresas vinculadas al parque nacional.