
"La persona que fuere informada de que su estado de salud es terminal, tiene derecho a otorgar o denegar su voluntad para someterse a cualquier tratamiento que tenga como efecto prolongar artificialmente su vida, sin perjuicio de mantener las medidas de soporte ordinario. En ningún caso, el rechazo de tratamiento podrá implicar como objetivo la aceleración artificial del proceso de muerte", explicó Mañalich.
Para ello, explicó, se constituirá "un Comité Nacional de Etica, que se va a anunciar la próxima semana, por el subsecretario, Dr. Jorge Díaz", agregó.
Cada hospital deberá contar con este comité ético, y en el caso de los recintos de menor complejidad, deberán tener un referente de un servicio de salud vecino. "Uno no puede poner una regla precisa válida para todo caso por igual", detalló la autoridad de Salud.
Según el secretario de Estado, estos comités "están constituidos ya en la mayor parte de los hospitales". Y será el Comité Nacional de Etica, "el organismo que da las orientaciones, discierne, valida los miembros de cada comité de ética, pero al 1 de noviembre tiene que estar constituido en cada gran hospital del país, un comité de ética independiente autónomo para ese recinto", sostuvo.
En la misma línea, Mañalich aclaró que esta iniciativa nada tiene que ver con la eutanasia, ya que esa es "una acción activa destinada para producir la muerte de un ser humano. La Ley de Derechos y Deberes prohíbe explícitamente ese accionar".