“Se habló con la Escuela y con la Corporación antes de iniciar el sumario sanitario y se les señaló que tenían que arreglar el problema. Después se hizo el sumario sanitario y se les dijo que ha vuelta de vacaciones de invierno tenían que tener resuelto el problema, y además de eso, hasta la fecha ha habido muchísimas reuniones para tratar de darle solución, sin embargo, las alternativas entregadas no funcionaron”, señaló la seremi.
Los fiscalizadores constataron nuevamente el martes que había un escurrimiento evidente de aguas servidas, por lo que tuvieron que llevar a cabo la medida de prohibición de funcionamiento de la escuela la cual, según Iduya, es la más drástica luego de que la Corporación no haya entregado medidas efectivas al derrame de aguas servidas. “Esta restricción se efectúa ya que, aunque las aguas no alcanzan a la escuela que se encuentra en una pendiente, éstas provienen del alcantarillado del colegio, por lo que deben cerrar los baños del lugar, “y una escuela sin baños no cumple con una normativa sanitaria básica”, expresó la funcionaria.
En tanto, el secretario de la Corporación Municipal de Educación de Punta Arenas (Cormupa), Orlando Estefó, confirmó la denuncia de una vecina del sector, quién señaló que el problema comenzó por el cierre que hizo un nuevo propietario del lugar al viejo alcantarillado que pasaba por su propiedad. El supuesto responsable no se encontraba ayer en la ciudad, por lo que hasta el cierre de esta edición, Aguas Magallanes no podía acceder al sitio para hacer los reparos correspondientes.
Mientras, la solución provisional de enviar a los estudiantes de la entidad educacional a otra escuela tiene molestos a los apoderados, quienes denuncian que desde la dirección del establecimiento nunca se informó de algún problema a la comunidad educacional. Los padres temen que la escuela, que atiende a 150 alumnos, no vuelva a abrir este año.