El hecho quedó al descubierto durante la mañana del martes 30 de octubre, cuando la dueña de las cabañas que utiliza para dar hospedaje a pasajeros, ingresó al dormitorio ocupado por el hombre de 75 años, quien había abandonado el lugar el lunes, encontrando en el interior diversos utensilios quirúrgicos de uso ginecilógico con rastros de haber sido utilizados, ya que la mujer precisó la existencia de manchas de sangre en la habitación utilizada por el enfermero.