Familiares, partiendo por la madre Teresa Almonacid, califican de “milagrosa” la recuperación, después de los críticos momentos que vivió en Punta Arenas, antes de ser llevada a Santiago en un avión ambulancia, producto de una “hepatitis fulminante por virus tipo A”.
La mujer, de 35 años, esperaba su primer hijo y luego de diagnosticada la enfermedad se agravó. Presentaba un embarazo de 22 semanas de gestación pero con posterioridad al trasplante de hígado el feto no presentó más latidos y falleció.
Idilia Llaiquel, tía y madrina de matrimonio de Marisel, dijo que agradecía a todas las personas que se unieron en las cadenas de oración y que aún siguen preocupadas por el estado de salud de la sobrina.