
Han transcurrido más de dos semanas de las elecciones municipales y aún siguen apareciendo anécdotas de algunos votantes. Como la de un elector que sufragó en la Escuela Padre Alberto Hurtado. Dicen los que fueron testigos de este hecho que el hombre demoró mucho más de lo normal en la cámara secreta. Los vocales estaban muy preocupados porque pensaban que le había sucedido algo, hasta que abrió la cortina, asomó su cabeza y gritó: “¿Oigan, cómo se llama Centella?”. El elector quería votar por el popular humorista, pero desconocía absolutamente que su verdadera identidad fuera la de Miguel Ángel Alvarado. Ahí entendieron los vocales la razón de la demora y así pasó con muchos otros que nunca encontraron al triunfador de Coliseo Romano.