El hecho quedó al descubierto cerca de las ocho de la mañana, cuando el primer funcionario que llegó al colegio se percató que había desorden y varios vidrios rotos en el exterior, tal como lo señaló el sostenedor del establecimiento, Bernardo Vera: “A las 7.45, cuando ingresó la funcionaria que abre el colegio se encontró con cuatro vidrios rotos, dos en las oficinas de la rectoría, uno en el pasillo y otro en una sala del segundo piso, que es un termopanel” (más antecedentes en Diario El Pingüino).