Este último apenas escuchó al juez redactor del fallo, Pablo Miño Barrera, decir que los próximos cinco años los pasará privado de libertad, se alteró, perdió la compostura y se levantó del asiento con la intención de traspasar la pequeña puerta de vaivén que separa a los intervinientes del público. Todo sucedió tan rápido que los gendarmes activaron el plan de emergencia o alarma, porque tomaron como intento de fuga la acción temeraria del joven. Los custodios se abalanzaron sobre el menor y mientras esto sucedía familiares del condenado se fueron a las manos con los gendarmes (más antecedentes en Diario El Pingüino).