
En lo organizativo la 5.000 no tuvo una buena promoción de la carrera, es más casi ni se supo que los pilotos se trasladaban a competir en “La Señora” pista que poseen en la vecina localidad. Esto provocó que muy pocos se trasladaran hasta argentina para apoyar la iniciativa que al parecer se llevó a cabo más por compromiso que todo, ya que así había quedado pactado en la carrera anterior (mayo 2012).
El invitado de “piedra” fue la lluvia que se posó al estilo patagónico sobre el asfalto del Autódromo José Muñiz, también recordado como ex ciudad del centenario. Bajo estas características entre los pocos asistentes chilenos se extrañó la presencia de un piloto innato bajo la lluvia, Pablo Capkovic que lamentablemente no fue de la comitiva (más antecedentes en Diario El Pingüino).