Como el caos que se generó a la mañana se agudizó con el correr del día, el gobierno nacional anunció a la tarde el envío de 400 gendarmes para reforzar un esquema de seguridad provincial, que durante toda la jornada lució insuficiente y limitada.
Los violentos episodios dejaron 20 heridos de escasa gravedad, en su mayoría policías, que recibieron golpes con piedras y vidrios. Además, tres personas fueron detenidas por los saqueos, dos de ellos menores de edad.
Los incidentes se iniciaron con un reclamo de bolsas de alimentos por parte de referentes barriales, pero en cuestión de horas todo derivó en violentos episodios protagonizados por jóvenes encapuchados y mujeres, muchos de ellos integrantes de cooperativas de trabajo que en los últimos meses han encabezado diversas protestas frente al municipio en reclamo de subsidios y planes laborales.