
“Conformamos un gran plantel que, además, es mucho más compacto que el del semestre pasado. La idea es darle estabilidad al club y no cambiar tantos jugadores después de cada torneo”, explica el timonel de la sociedad que dirija a Universidad Católica.
La extraña declaración del dirigente cruzado es justificada con los jugadores que llegaron gracias al fútbol formativo del club, donde asegura haber invertido cerca de $ 1,6 millones de dólares.
“Cuando llegan al primer equipo, nadie los considera refuerzos, pero ellos son jugadores importantes para el club”, recuerda.
Palabras de Bueno
Ya era hora. Estaba Jaime Estévez a un lado y José María Buljubasich, felices de por fin estar en esta situación.
Al medio el uruguayo Carlos Bueno, polémico en casi todos los clubes donde ha estado, se pone la camiseta cruzada y posa para los medios. “Yo no busco revancha. Trato de hacer mi trabajo aunque sea bien o mal, siempre soy un profesional”, aseguró comenzando la presentación.
“Me llamó Martín hace dos semanas y me ilusionó mucho(...). La presencia de él fue todo, me habló muy bien del club, que necesitaba un delantero como yo y al cual conociera”, explicó sobre su llegada.
Sobre su pasado azul declaró: “lo que me preocupa ahora es Católica, lo demás ya es pasado”.