
Dicho plan, “esboza el ordenamiento interno dentro de las filas del chavismo ante la expectativa que el Presidente Hugo Chávez no estará en condiciones de asumir un nuevo mandato”. En esta escenario el titular de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, “asumiría temporalmente la presidencia del país en espera de la realización de nuevas elecciones en las que el actual vicepresidente, Nicolás Maduro, sería el candidato del chavismo”.
Según fuentes consultadas por el medio, los preparativos de la transición comenzaron meses atrás bajo la supervisión del propio Chávez y con gran participación del régimen cubano, en especial Raúl Castro.
“Los auspiciantes cubanos trabajan tras bastidores para tratar de crear una especie de politburó, un consejo que opere en consenso y que garantice la estabilidad del chavismo en Venezuela al unir a potenciales herederos y rivales”, comentó una de las fuentes que tuvo acceso a la información en Cuba, detalla el diario.
“Los cubanos quieren que Nicolás Maduro asuma (eventualmente) la presidencia, que sea él el que encabece ese consejo, y que sirva de mediador entre las diferentes facciones y personalidades (del chavismo)”, sostuvo la fuente.
En todo caso la figura de Diosdado Cabello adquiere un rol importante dentro de la planificación, pues si bien consideran que ha acumulado mucho poder y representa a un scetor más moderado dentro del oficialismo, “es indispensable para la sostenibilidad del chavismo en una era post Chávez, debido a que mantiene gran influencia entre los militares”.
“Bajo el plan discutido en La Habana, Diosdado Cabello seguirá siendo el jefe de la Asamblea Nacional y se le brindarán poderes adicionales e influencia”, apuntó la fuente consultada por el Nuevo Herald.
Dentro del plan se contempla, además, controlar a figuras chavistas que aparecen en el mapa regional con fuerza, con poder entre las bases.