Cerca de 1.500 personas llegaron a la gruta en la comuna de Río Verde.
La celebración se ha transformado en una de las fiestas religiosas más importantes de la región. Ayer se realizó la peregrinación de fieles a la gruta de la Virgen de Montserrat, en la comuna de Río Verde, en donde el obispo de Magallanes, monseñor Bernardo Bastres, ofició una misa.
La celebración a la virgen se ha transformado -a medida que pasan los años- en una de las principales festividades religiosas de la región. Celebrada el segundo domingo de enero, todos los años cuenta con una masiva concurrencia de feligreses que van a hacer peticiones o a pagar mandas a la gruta natural, formada por un río que termina en una pequeña cascada, la que, además, destaca por su belleza.
El obispo dijo estar contento, porque les tocó un precioso día y porque hubo una gran cantidad de personas, ya que al parecer se perdió el miedo que estuvo presente en algún momento por los accidentes y los incendios forestales que se produjeron alguna vez durante la celebración. Además, agradeció la disposición que ha tenido la Municipalidad de Río Verde, porque han hecho cosas, que según él, es mucho más de lo que les corresponde.
Los jóvenes
Mientras realizaba la eucaristía, resaltó la participación de los jóvenes católicos de Magallanes, que es un grupo de personas que participa activamente en la Iglesia y que asistió a la gruta para ser parte de la peregrinación.
Familias completas disfrutaron del soleado día. La religión y la fe fueron las que trasladaron a los fieles al lugar. Muchos de ellos iban por primera vez, ya sea como paseo o por visitar a la virgen, quedando maravillados con el paisaje. Tras la experiencia prometían regresar el próximo año.
Según cifras de Carabineros, entregadas el por el suboficial mayor Carlos Reyes, de la Tenencia de Kon Aiken, al lugar llegaron aproximadamente 270 vehículos y cerca de mil 500 peregrinos. También dijo que no presentaron mayores problemas, ya que la gente se comportó de buena manera. No hubo personas que consumieran alcohol o que se registraran problemas con alguna fogata, que pudiera producir algún incendio forestal. El único problema fue el de un menor desaparecido, al que Carabineros encontró y lo entregó a su madre.
El coordinador del Servicio Incorporado de Salud de Río Verde, Nelson Penrroz, dijo que el día estuvo tranquilo y que las únicas emergencias que se presentaron fueron a causa de problemas alimenticios que presentaron algunas personas.
El obispo Bastres, señaló finalmente que espera que el número de participantes aumente el próximo año, que la gente se anime y vaya a disfrutar del lugar en familia para seguir celebrando esta popular fiesta religiosa.