Sobre la versión que ronda, de que los autores intelectuales del ataque y envenenamiento a los perros serían grupos activistas, no lo descartó. En manos del fiscal jefe de Punta Arenas, Felipe Aguirre Pallavicini, recayó la investigación de la denuncia que presentó el obispo de la diócesis local, Bernardo Bastres, por el ataque que el domingo sufrió la iglesia Catedral.
Pérdidas millonarias dejó el accionar de una turba enardecida de manifestantes que, amparados en la molestia que generó la aparición de unos 40 perros muertos en la ciudad, actuaron en forma violenta.
Algunos de los sublevados se subieron al altar principal de la iglesia y de ahí azuzaron las masas. Otros arrojaron al suelo los adornos y elementos que se utilizan para la misa. Un encapuchado pateó la puerta lateral de ingreso a la sacristía, y quien estaba a su lado rompió un vidrio de una patada.
Lo que vendría a ser una suerte de “profanación de un lugar de culto”, es lo que en estos momentos investiga Felipe Aguirre, quien confirmó que “recibimos una denuncia por daños y desórdenes realizada por el padre obispo”.
De inmediato se contactó con el jefe de la Prefectura de la Policía de Investigaciones, subprefecto Alfredo Castillo, para efectos de coordinar algunas diligencias investigativas.
Lo primero fue solicitar que peritos de la Brigada Criminalística se constituyeran en la Catedral para fijar fotográficamente y planimétricamente todos los daños que se ocasionaron en el principal templo católico.
Además, Aguirre anticipó que pedirá a los medios de comunicación imágenes, tanto fotográficas como grabaciones de videos, donde aparecen claramente identificados los manifestantes que cometieron los destrozos. Incluso varios apagaron cigarrillos en la alfombra y otros sustrajeron artículos de misa, como un cáliz y una campana de mano. Además del paño del altar que fue rayado con un signo anarquista.
Contacto con obispo
Todo estos antecedentes están siendo indagados por el fiscal Aguirre, quien espera contactarse a la brevedad con el padre obispo, para sostener una entrevista con él, “para efectos de que me declare algunos aspectos que son relevantes para la investigación, como saber si se sintió amenazado, o si hubo algún impedimento para el ejercicio de algún oficio religioso, como también saber qué tipo de daños hubo a objetos sagrados o religiosos”.
Activistas
Consultado el fiscal por la versión que ronda, de que los autores intelectuales del ataque y envenenamiento a los perros serían grupos activistas, Felipe Aguirre dijo que en tal sentido le tomó declaraciones al abogado y concejal Juan José Arcos, porque él “me manifestó dudas ya que escuchó que algunos de los que participaron en los ataques violentos a la Catedral serían gente que no tendría relación con los grupos ecologistas ni de derechos de los animales, sino que actuaron con otros fines. No de manifestarse por los derechos animales sino derechamente tendrían otros fundamentos”.
Consultado si sería activismo político, Aguirre no lo descartó. “Porque si no los identifican o reconocen como amigos de los animales, habría que pensar cuál es la intención de estas personas al participar en esta marcha”.