
Amada Catrilef recordó que la llegada de esa institución benéfica fue un hito en la zona, ya que anterior a este hecho, no existía en la ciudad un lugar que albergara a las personas más vulnerables. Por ello -agregó- un 4 de abril de 1988, el Obispado de Punta Arenas junto a la comunidad magallánica presentaron ante Su Santidad Juan Pablo II, el Hogar de Cristo, que desde ese entonces ha entregado abrigo y apoyo a las personas más necesitadas de la región.
La representante de la entidad, extendió la invitación a toda la ciudadanía para que asista a la eucaristía en la que se agradecerá la labor realizada por voluntarios, trabajadores y colaboradores que en Magallanes han logrado sustentar y mantener viva la obra del Padre Alberto Hurtado.