Al menos 233 jóvenes murieron asfixiados y aplastados en un incendio en la discoteca “Kiss” de la localidad brasileña de Santa María. El accidente dejó a otros 106 jóvenes heridos. Según las primeras investigaciones, el incendio comenzó hacia las 2.30 hora local, cuando fue encendido en el escenario de la discoteca un equipo de fuegos pirotécnicos conocido como “Lluvia de plata”, cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.
Se dice que el vocalista de la banda “Gurizada Fandangueira” fue el supuesto causante del siniestro. Debido a esto, toda la banda podría ser acusada de homicidio imprudente, según uno de los responsables de la investigación, el comisario Sandro Meinerz.
“Todo comenzó porque utilizaron artefactos pirotécnicos en un local cerrado. Eso generó un incendio y un humo muy tóxico que se expandió rápidamente”, explicó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Río Grande do Sul, coronel Guido de Melo.
Rápidamente el pánico se apoderó de los asistentes, por lo que intentaron salir por la única puerta disponible. Según testigos, un guardia trató de impedir la salida de la gente, pero eventualmente fue derribado. Desgraciadamente, esta acción también provocó el atochamiento de la salida y posterior asfixia de quienes no pudieron ir al exterior.
Hasta ahora ninguna autoridad ha confirmado el número de personas presentes en la discoteca, cuya licencia de funcionamiento estaba vencida, ni la capacidad de la misma, pero algunas versiones indican que eran cerca de mil.
La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha decretado tres días de luto oficial por la catástrofe, también se desplazó hasta el gimnasio del Centro Deportivo Municipal, donde se está realizando el reconocimiento de los cuerpos de las víctimas mortales del incendio. Allí Rousseff conversó con algunos familiares de las víctimas, visiblemente emocionada.