
Ante el problema permanente de la falta de gas en la zona, Avendaño expresó que es necesario buscar otro tipo de energías, las que incluso serían menos contaminantes, como la eólica y la mareomotriz. El dirigente enfatizó la necesidad, como región, de seguir debatiendo el futuro energético en la zona y tomar acciones concretas: “Yo creo que aquí en Magallanes tenemos otras energías que desarrollar y tenemos que discutirlas. Magallanes tienen el privilegio de todas las energías renovables, prácticamente poder llevarlas adelante todas, excepto geotermia, pero lo que es eólica no hemos hecho casi nada”, expresa.
Avendaño, citó ejemplos como los que ya se están desarrollando en la región de Coquimbo, donde ya tienen instaladas cinco centrales eólicas con una potencia de 192 megas. Acá la única central existente es la que implementó Methanex, que tiene 3 aerogeneradores con una potencia de 2,4 megas. En la región de Magallanes se requiere de alrededor de 50 megas para abastecer el consumo energético residencial, un tercio de lo que está generando Coquimbo con energía eólica, y considerando que esta es la zona con mejores condiciones de viento del país, recalcó el dirigente. ENAP debería ser el que encabece este tipo de iniciativas, expresa el sindicalista, añadiendo que, para que esto sea posible: “Es necesario que cambie su giro a energía, y es lo que nosotros estamos luchando”.
Consultado acerca de si existe una falta de interés estatal en debatir la problemática energética en la región, Avendaño responde que el Gobierno actual “fue quien puso el tema en la mesa, a diferencia de los anteriores: “pero lo que nosotros criticamos es que puso un solo tema, que es esta planta que fueron incluso a visitar y nos quedamos dando vuelta con eso. Yo creo que el tema debería abrirse a todos los tipos de energía que están disponibles en Magallanes”.
Aunque el enapino coincide con otras voces que señalaron en su momento, sobre la energía como un recurso estratégico que debe ser promovido por el Estado, añade que esto debería ser en conjunto con las empresas privadas, a las que también les corresponde invertir en la búsqueda de alternativas viables: “Acá cuando insistimos en una planta de 500 millones de dólares, el privado está esperando que esa planta la haga el Estado. Y una vez que el Estado la tenga construida seguramente se van a querer acoplar para que el Estado se las entregue”, puntualizó.
De acuerdo a estudios realizados por el Centro de Estudios de Recursos Energéticos (Ceres), de la Universidad de Magallanes, existe una serie de recursos disponibles en la región, los cuales no han sido debidamente explotados. Además del ya conocido gas natural, y el carbón (que se están desarrollando en la zona de Pecket e Isla Riesco), también existen las energías renovables eólica, solar e hidráulica. También existe la posibilidad de explotar el biogas, metano en mantos carboníferos, y aprovechamiento de residuos de la madera entre otros.