“El fenómeno llegó a la región para quedarse y va a seguir existiendo con un alza que es periódica y cíclica y que en algunos años nos afecta en mayor medida que otro”, señaló la secretaria regional ministerial de Salud, doctora María Isabel Iduya, al referirse a la toxina que ha invadido la mayor superficie marina de bancos de extracción de productos del mar en Última Esperanza.
La autoridad de la salud en la zona señaló, al término de una reunión de trabajo del Comité de Marea Roja que se realizó en la Gobernación provincial, que el aumento de la Marea Roja en el último tiempo es un riesgo evidente para la salud de la población y, por eso, junto a otras autoridades y empresarios y trabajadores del sector pesca están adoptando medidas de contingencia para mantener en observación las novedades que se presenten.
“El veneno paralizante de los mariscos existe en la región y provoca la muerte de las personas que consumen mariscos que están afectados y ese es el escenario al cual nos enfrentamos actualmente”, subrayó la profesional.
En su exposición sobre la materia, explicó que las floraciones de Algas Nocivas (FAN) es un fenómeno natural, que ha tenido incremento en su frecuencia, duración e intensidad de aparición, en especial en la Región de Magallanes. “Con el objeto de proteger la salud de la población, la Seremi de Salud determina el cierra de áreas cuando los niveles de toxina superan la norma”, aseguró.
Asimismo, comentó que se encuentran desarrollando un plan de contingencia: “Las muestras provenientes de sectores aledaños a las áreas cerradas son priorizados cuando llegan al laboratorio, además se realizan monitoreos constantes a las zonas cerradas y abiertas, junto a una fuerte fiscalización en los puntos de venta”, puntualizó.
Coordinaciones
En tanto, el gobernador de Última Esperanza, Max Salas Illanes, aseguró que se están realizando todas las coordinaciones gubernamentales necesarias para mitigar los efectos de la Marea Roja en el sector pesca de la provincia. “En febrero se inicia la temporada del ostión, marisco que en estricto rigor se ve afectado, pero no la parte que se comercializa y consume, ‘el cayo’. Por esta razón, la Seremi de Salud establecerá un protocolo que les permita a los hombres de mar extraer el producto y comercializarlo, siempre resguardando la salud de las personas”, afirmó Salas.
La situación actual que afecta a Última Esperanza, especialmente en Puerto Edén, no se presentaba desde el año 2009, cuando se cerró la extracción de mariscos. Desde el año pasado a la fecha se ven afectados Puerto Edén, Estero Peel, Seno Penguin, norte de la provincia hasta el límite con la Región de Aysén, Fiordo Ringdove, Fiordos Falcon, Eyre y Exmouth.