Empresarios, trabajadores y profesionales valoraron este encuentro que permitió dialogar sobre los principales problemas que afectan al sector, proponiendo soluciones a las autoridades presentes. Con una gran asistencia de público y superando todas las expectativas se desarrolló la última jornada de la mesa de diálogo “Buenas Prácticas Laborales en el Turismo”, que fue organizada por el Instituto Chileno de Estudios Laborales. Esta actividad se realizó en cuatro etapas, en Punta Arenas y Puerto Natales.
Esta instancia de conversación surge ante la importancia que el sector turístico ha alcanzado, tanto a nivel nacional como regional, superado a otros que históricamente aparecían como los más preponderantes.
Miguel Ángel Martínez, director ejecutivo del Instituto Chileno de Estudios Laborales explicó que la idea de esta instancia es acercar a los distintos actores para ver cuáles son los temas en los que se puede contribuir para que exista un desarrollo del Capital Humano. “Es por eso que la mesa se llama Buenas Prácticas Laborales en el Turismo y aquí buscamos analizar la normativa legal vigente, seguridad y salud en el trabajo, y desarrollo del capital humano”, dijo.
Es por esta razón que “les pedimos a los empresarios trabajadores y funcionarios de Gobierno que conversemos sobre cómo resolvemos algunos de los problemas que se presentan en el código del trabajo, normativa legal o la seguridad y salud. Esta mesa entrega algunos acuerdos tripartitos que constituyen un insumo para las autoridades del trabajo, en este caso la Subsecretaría del Trabajo, para poder proponer o mejorar insumos del trabajo”.
El director ejecutivo del Instituto Chileno de Estudios Laborales, comentó que esta instancia busca “capacitar a los trabajadores del turismo, ayudarlos a que mejoren, entregándoles herramientas, dándoles seguridad y salud en el empleo, y que ellos entreguen certeza de su desempeño a los empresarios que son los que tienen los emprendimiento y realizan las inversiones”.
Por su parte, el seremi del Trabajo y Previsión Social, Víctor Haro, explicó que el ministerio, a través de la Subsecretaría del Trabajo, cuenta con una serie de fondos a los cuales se puede concursar para desarrollar estas mesas de diálogo social. “En el caso nuestro se interesaron en el sector turismo, por lo que esta mesa de diálogo social es relativa a las buenas prácticas del turismo y se desarrolló en cuatro jornadas dobles en Puerto Natales y en Punta Arenas, que es lo que se está clausurando hoy”, explicó la autoridad regional.
Ante esto destacó que lo importante de esta instancia es que se produzca un diálogo entre los distintos actores. En el caso de esta mesa de diálogo social, que los distintos actores generen una propuesta para la regulación laboral para el sector turístico.
Agregó que esta discusión se da en el marco del proyecto que ingresó a la Cámara de Diputados el 6 de enero y que busca adecuar la normativa laboral a la realidad del turismo, especialmente, en aspectos como jornadas laborales y protección a ciertos tipos de ingresos como las propinas y entre otros.
Mientras que una de las exponentes, Odette Manríquez Villa, gerente zonal del Instituto de Seguridad del Trabajo, señaló que “una de las grandes dificultades que existe para poder desarrollar de mejor forma el esquema de trabajo dentro de una empresa del sector turismo, es que está bastante limitada por las restricciones que establece la normativa vigente”.
Aseguró que en Magallanes la actividad turística tiene una marcada estacionalidad y se obliga a los empresarios a contar con una gran cantidad de turnos contratados y se exige al trabajador a ajustarse a la normativa, cuando la mayoría prefiere aprovechar al máximo la temporada.
En tanto que René Fisher, asesor del Instituto Chileno de Estudios Laborales, se refirió a la situación del mundo laboral. “En la región hay un empleo casi pleno, es muy difícil encontrar trabajadores, y no sólo encontrarlos sino retenerlos, la charla tiene que ver en cómo trabajar en este mercado donde no hay trabajadores”.
Explicó que el gran problema de los empresarios es que no hallan trabajadores calificados. “Si revisan las cifras, alrededor del 30% ó 40% de los jóvenes de 30 años nunca ha trabajado y no tiene ningún interés por hacerlo, tampoco tienen inclinación a estudiar. La razón es bien simple, laborar es una lata, entonces el desafío es como hacemos que sea entretenido, es cómo construir comunidades donde el trabajador quiera pertenecer”.