A esto se sumo el retraso de dos vuelos, uno de ellos que llegabana las 17.30 horas y otro de las 6 de la tarde, los que sumaron una hora y media y una hora 50 de retraso.
En estos casos que se configuran como problemas ajenos a la empresa, la aerolínea no es responsable y solo está obligada a restituir el transporte apenas le sea posible, sin tener otra respo sabilidad con el pasajero. Este tipo de retrasos se producen por problemas de seguridad como fenómenos meteorólogos, conflictos armados o amenazas a la aeronave. Pese a esto el pasajero puede optar por no viajar y la aerolínea debe devolverle lo que pago por el pasaje. Así sucedió el pasado jueves cuando por rachas de viento que alcanzaron los 132 km/hr Lan debió suspender dos vuelos, por el daño de parabrisas producto de una nube de tierra y piedras. En ese caso los 350 pasajeros fueron reacomodados en un vuelo especial que partió en horas de la madrugada.