El especialista, quien a lo largo de su carrera ha tratado a pacientes víctimas de tortura, detalló que en estos 20 años post dictadura, se ha observado una disminución de la frecuencia de sus consultas, debido al paso del tiempo, pero también gracias a las acciones de reparación que está llevando a cabo el Estado, lo que define como fundamental para que estas personas recuperen su dignidad: “la cual sienten profundamente haber perdido, más cuando estos hechos se produjeron en la impunidad y se negó su propia existencia por tanto tiempo”, declara.
Dentro de los programas de reparación que está llevando a cabo el Gobierno, está el denominado Prais, explica el doctor, el cual es un programa de atención integral para las personas que fueron víctimas de violaciones y sus familiares, y dentro de los objetivos de este programa está la reparación de los sitios de memoria, el cual constituye un factor importante en el proceso de tratamiento: “Por eso es más bien un tema de salud, no me refiero a que no sea político, es un tema que si bien tiene connotación política evidente, es un tema básicamente de salud. Por la salud de estas personas, esta casa no debe ser licitada”, manifiesta.
Vukusic explica que en general, a la mayoría de las personas, el volver a estos sitios de tortura les sirve para reparar heridas “Porque se vivieron en momentos muy dramáticos, personas muy jóvenes, que estaban con ojos vendados. El hecho de volver es una situación muy difícil y muy compleja pero ayuda a reparar otros síntomas”, detalla el doctor, añadiendo: “Hay síntomas postraumáticos, que se reparan cuando se puede abrir el espacio emocional, la capacidad de nuestra psique de cerrar espacios. Hay personas que sufrieron torturas y que lo tienen completamente bloqueado, está borrado de su mente y, evidentemente, eso tiene consecuencias de salud”. De hecho, está comprobado que personas que sufrieron violaciones de los DD.HH. viven menos tiempo, y tienen más problemas cardiovasculares: “Entonces el abrir esos espacios evidentemente que sana”, recalca.
El Estado tiene que hacerse cargo de que cuestiones como estas no vuelvan a ocurrir y para esto tienen que ser difundido y considerado como un crimen permanente, que es lo que están llevando a cabo las agrupaciones que ya están ocupando esas casas, señala. “En la historia siempre ha habido desapariciones forzadas, torturas e injusticias y la idea es justamente de que esto cambie”, manifiesta el experto agregando que la historia es vital para el desarrollo de un pueblo. Por esta razón, indica, el que exista un espacio de memoria, que trabaje el tema de los derechos humanos: “Indudablemente que repara, ayuda a la víctimas a vivir una parte de su duelo, en este proceso, que además los dignifica, que le da valor a algo que fue negado durante tanto tiempo y que causó tanto dolor”, recalcó el psiquiatra.