Los equipos participantes en el Patagonian Expedition Race dejaron ayer Punta Arenas para comenzar su desafío. Terminaron las especulaciones. Ahora cada competidor pone a prueba el fruto de sus entrenamientos.
En un breve y simbólico acto, Pete Clayden, coordinador de los equipos, despidió a las delegaciones internacionales de deportistas: “El mundo a través de su esfuerzo, conocerá lugares y paisajes prístinos que la humanidad tiene el deber de cuidar, les deseo éxito y buena suerte, los esperamos en la meta”, precisó en un pequeño escenario instalado por la municipalidad, junto al monumento a Hernando de Magallanes.
Las
expectativas de los equipos
Mientras algunos equipos internacionales llegan con la misión de completar la carrera, otros buscan hacer historia en una de las carreras más grandiosas del mundo, según la National Geographic.
Confiados en repetir sus buenos resultados, los norteamericanos de Gearyunkie, quienes en 2010 hicieron historia por una romántica proposición de matrimonio del capitán del equipo Jason Magness a Chelsey Gribbon, aseguraron que sus expectativas son mantener un buen ritmo y encontrar “un poco de felicidad ante cualquier sufrimiento que puedan encontrar en el camino”.
“Esperamos que sea muy difícil, como siempre lo es, queremos exigirnos, ver qué tan rápido podemos ir cuando el clima esté bien y luego seguir con ese ritmo. Hay que tratar de encontrar un poquito de felicidad por cualquier tipo de sufrimiento que pueda suceder allá afuera, pero estamos aquí porque sabemos que va a ser increíble”, aseguró Magness, el capitán de los estadounidenses.
El plan a tres años de los chilenos
Con el estigma de que ningún equipo chileno haya completado la exigente prueba del Patagonian Expedition Race, los locales lamentan la falta de apoyo financiero para la preparación y compra de equipo a la par de los favoritos para adjudicarse la competencia.
“Ha sido muy escaso el apoyo de la región, pero todo pasa por el estigma de que ningún chileno haya llegado a la meta, por eso es difícil que crean en nosotros”, admite el navegante de Kawesqar, Nelson Díaz.
“Pero para este año tenemos propuesto llegar a la meta por todo el entrenamiento que hemos tenido, aunque nuestra proyección principal es de aquí a tres años poder estar en el podio y ser los primeros chilenos en conquistar el Patagonian Expedition Race”, aseguró.
La ruta que
comienza hoy
En el primer tramo, los once equipos que participan se sumergen en un paisaje de ensueño, bordeando ríos, lagunas y siempre bajo la mirada imponente de las Torres del Paine que hace de telón de fondo al avance de los competidores.
Pete Clayden explicó que en las primeras tres horas de viaje, será necesario utilizar luz artificial para iluminar el recorrido.
En total, desde la plaza de Puerto Natales hasta el primer punto de control denominado Torres del Paine, ubicado en las riberas del Lago Grey, hay cerca de 108 kilómetros que deberán recorrer en bicicletas de montaña los competidores.
Luego dejan las bicicletas y se internan en un paisaje de hielo. Más de 21 kilómetros de trekking hasta el punto de control 2, denominado “Ictiosaurios”
“Lo más complejo siempre es el trato del clima… la lluvia, el viento siempre son factores que escapan a la planificación de los equipos y ahí es donde las capacidades se tuercen al máximo”, aclaró Clayden.
Una vez en el Ictiosaurios, los equipos deberán avanzar por sobre el glaciar Tyndall, en Campos de Hielo Sur, una ruta inédita y sorprendente. Un avance de 10 kilómetros a paso regulado con crampones.
La competencia tiene programado 17 puntos de control, en una extensión de 701 kilómetros. Entre cada estación las pruebas varían entre bicicleta, trekking y kayak.