Una brusca baja en la demanda, producto de la crisis económica que afecta a los países europeos, principal mercado de los productos regionales, mantiene en la incertidumbre al sector. Los empresarios locales han debido enfrentar una importante baja en los precios. El tardío comienzo de la temporada de faena de ovinos, que habitualmente parte en diciembre, es uno de los hechos que refleja el complicado panorama que enfrentan los ganaderos producto de la brusca baja en la demanda internacional y, por consiguiente, de los precios. Ante esta situación el seremi de Agricultura, Manuel Bitsch, destacó el avance de las gestiones para que los productos locales lleguen a China y Corea.
En la secretaría reconocen que si bien la temporada anterior fue muy positiva para los productores, quienes lograron precios históricos, no lo fue tanto para la industria que, después de haber pagado tan altos precios, recibió los coletazos de la crisis europea con una violenta reducción de la demanda y, en consecuencia, de los valores.
Así, las industrias magallánicas se quedaron con grandes volúmenes en stock. “Algunas empresas locales aún no terminaban de liquidar cuando ya había empezado una nueva temporada de faenamiento”, consigna la cartera.
Bitsch sostuvo que “comenzó más tarde por el mismo problema de mercado que hay, ya que no han podido colocar toda la producción. Lo que sucedía normalmente es que antes de la temporada los frigoríficos tenían todo vendido, entonces se empezaba apenas se podía. Este año, a diferencia de los anteriores, no se logró y partieron mucho más lento y tienen que faenar, sino los corderos engordan demasiado. Entonces deben almacenar”.
Aclaró que no es que no se venda, sino que se ha vendido más lento por lo que los productores no tienen la certeza de cómo va a finalizar la temporada.
Asimismo, señaló que esperan que esta situación se vaya recuperando en los próximos años, “pero debemos asumir que será algo gradual y no inmediato, lo que obliga a buscar nuevas alternativas de mercado. Esa es una estrategia que el Gobierno viene trabajando desde el inicio de su mandato, logrando abrir, entre otros, los mercados de China y Corea para las carnes ovinas y bovinas”.
El seremi explicó que se encuentran a la espera de la certificación de las plantas por parte de China, “lo que cambiaría de forma importante la situación, porque se abriría un nuevo mercado y se nivelarían los precios”.
En el segundo caso, la carne bovina cuenta con una cuota libre de arancel de 400 toneladas a través del Tratado de Libre Comercio de Chile con Corea del Sur. La autorización de importación se realizó a través de la “Notificación administrativa de los requisitos zoosanitarios para la importación de carnes bovinas chilenas”. El 5 de octubre la autoridad zoosanitaria de Corea aprobó el formato de certificado zoosanitario para la exportación de carnes bovinas de Chile a Corea, completando el procedimiento.
La capacidad de compra de ganado a los productores primarios va a depender siempre de los contratos que se logren en el mercado externo, para colocar una producción que supera las 5.000 toneladas de carne ovina. “Hoy esa cantidad no está colocada y, evidentemente, influye en los precios”, afirmó el secretario regional de Agricultura.