Los peligros de la automedicación

General
06/04/2009 a las 07:13
Que un medicamento se  venda o no con receta médica no significa que sea ciento por ciento inofensivo para la salud, sin ir más lejos sabía usted que una simple aspirina puede provocar hemorragia gástrica, una dipirona puede dañar la médula ósea y un antigripal puede provocar hepatitis, taquicardia y hasta un infarto cerebral. 

A pesar de las constantes advertencias de los facultativos la automedicación sigue siendo un problema grave entre los chilenos, su origen está en que no se realiza lo fundamental ante cualquier signo de enfermedad o sea el diagnóstico.  El único que se encuentra verdaderamente capacitado para hacerlo es el médico: no los familiares, ni los amigos, ni los vecinos.

La doctora Paola Millán señala que muchas veces ocurre que un familiar recomienda un remedio porque a él le hizo bien, pero este quizás no va a actuar de la misma manera en otro organismo, aunque los síntomas parezcan los mismos. De ahí el cuidado que hay que tener.  Cualquier medicamento puede producir una reacción adversa ya que las personas tienen patologías distintas, explicó la profesional.

Por otro lado otro factor que arriesga la buena salud  es que el paciente no conoce la dosis conveniente para su condición y puede que se cause grandes estragos al tomar mayor cantidad de la medicina, mientras que si ingiere la cantidad adecuada el remedio puede tener el efecto deseado y terminará curando la dolencia.

A pesar de que sólo el 10% por ciento de los remedios que se comercializan en Chile son de venta libre, casi el 50% del consumo de los usuarios corresponde a automedicación y buena parte de éste está concentrado en la época invernal para combatir las jaquecas y la gripe.

Millán indica que los fármacos más utilizados por la gente suelen ser los anti -inflamatorios, los antigripales, los anti - tusivos y en ocasiones los antibióticos cuando por alguna razón puede acceder a ellos. “Los antibióticos no sólo eliminan a las bacterias dañinas, sino que también a las bacterias propias del organismo, que nos protegen, las bacterias son organismos vivos que luchan por sobrevivir y para ello se hacen resistentes a los antibióticos.  Muchas veces se recetan antibióticos de primera línea como la amoxicilina, pero cuando esta no funciona porque el organismo se ha vuelto resistente, se tiene que recurrir a los medicamentos de segunda línea. Además hay que tener claro que los antibióticos no tienen ningún efecto positivo cuando la enfermedad es de origen viral, como el resfrío común o algunas gripes”, expresó.

Sabía usted que muchos de los antigripales que se venden en las farmacias poseen efedrina, un remedio que actúa como descongestionante, pero que aumenta la presión sanguínea, por lo que debe ser administrado en dosis bajas y cuidarse su uso en hipertensos y deportistas.  Millán señala que más del 20 por ciento de la población es hipertensa, por lo que el abuso de estos medicamentos podría producir una reacción no deseada.

Por otra parte, la mayoría de los remedios que se venden sin receta no atacan la enfermedad, sino más a sus síntomas. Los antigripales por ejemplo suelen ser efectivos para aliviar el resfrío, pero pueden ocultar una gripe o una bronquitis y los virus o bacterias que lo causan no se ven afectados por ellos.  Para peor muchos de los pacientes a la hora de consultar al médico por temor a una reprimenda omiten que han tomado algún otro medicamento antes de consultarlo, e ignoran los síntomas encubiertos, por lo que el diagnóstico suele ser equívoco.

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