preparación. Concluida la última carrera salvaje, el Patagonian Expedition Race, tanto en los organizadores como en los equipos es hora de balances.
Los equipos internacionales tienen distintas metas, los ingleses perderían a Mark Humphreys, el máximo ganador del certamen patagónico, quien desea pasar más tiempo con su esposa e hijos. En EastWind, el capitán Masato Tanaka pospuso su retiro para volver el próximo año y cumplir con su promesa de liderar a su equipo a conseguir el primer lugar.
Para Stjepan Pavicic comienza una nueva aventura: conseguir fondos para armar el documental que pronto verá la luz en diversas salas del mundo. Es la otra parte del evento, una tan noble como el esfuerzo de los expedicionarios que participan de ella. “La base que tenemos de imágenes, de historias, emociones… son espectaculares”, asegura.
Otros que comienzan a sacar balances son los equipos chilenos. El coordinador de Yaganes y Kawesqar, Francisco Matus, explica que “el objetivo que era participar de esta carrera y tratar de llegar a la meta se cumplió de cierta forma”.
“Nos jugó en contra la falta de experiencia en la planificación, en los tiempos y cómo enfrentar el reto del hielo que no lo habíamos enfrentado en los entrenamientos”, confiesa.
El circuito sobre los Campos de Hielo Sur, donde quedaron finalmente eliminados ambos equipos, es sindicado por el coordinador como “un factor imprevisto”.
Sin embargo, para la planificación a largo plazo que tienen los equipos, considerando que su intención es de aquí a tres años tener un equipo competitivo en la carrera, Francisco Matus explica que “pudimos juntar muchas experiencias, lo que fue bastante bueno”.
“Es una experiencia enriquecedora en donde los equipos pudieron sacar muchas cosas útiles para su mochila de experiencias como equipo”, recalca.
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