
Sólo bastaron unas cuantas horas de lluvia para que los vecinos de Capitán Guillermos con Claudio Bustos vieran inundarse, por segunda vez en una misma semana, sus hogares. Y es que el pasado jueves ya debieron afrontar esta dura situación producto, otra vez, de alcantarillados tapados. Sin embargo, en esta oportunidad el problema fue mayor y unos cuantos sacos con arena no pudieron impedir que el desborde del estero D’Agostini llenara las viviendas con cerca de 10 centímetros de agua y barro.
La impotencia se percibía en sus ojos. Completamente empapados apilaban sacos con arena a la entrada de sus casas para impedir que el improvisado río que atravesaba Capitán Guillemos terminara de inundarlas. Y es que fue tanto el desborde, que el agua incluso llegó hasta las viviendas de la calle Belisario García, ubicada atrás del punto crítico.
Los vecinos, al pasar alegaban que esto es cosa de todos los años y que las autoridades no han tomado medidas concretas para evitar más inundaciones. “No han dado ninguna solución al respecto. Más allá de colocar sacos con arena, nada. Son puras soluciones parches”, manifestó al pasar uno de los vecinos.
Al lugar, acudió el director de la Oficina Regional de Emergencia (Oremi) de la XII Región, Luis Barría Barrientos, quien hizo un catastro de la situación, y manifestó que si bien ya están pauteados para esta semana los trabajos para evitar que hechos como este sigan ocurriendo, las medidas para superar la emergencia se deben tomar en el momento.
“Si bien ya hay un proyecto que empezaría la próxima semana, lo que nos interesa es perjuicios el problema de lo que está sucediendo ahora”, aseguró Barría. Respecto de los afectados, informó que “se han visto perjudicadas al menos cinco viviendas, donde el agua ya entró, y en estos momentos estamos pidiendo que la municipalidad venga y ponga más sacos con arena, por lo menos para encausar mejor el agua. Además, esperamos a que la Dirección de Obras Hidráulicas de una solución, porque la necesitamos ahora, en estos momentos”.
A su vez, el director de la Oremi comentó que la idea es eliminar todo el colector que está obstruido, sacarlo y construir uno nuevo; de esta forma, para las próximas lluvias el flujo de agua estará mucho más expedito. “Eso indudablemente va a favorecer que el agua que viene no provoque más problemas. Pero esas son obras que recién van a empezar la próxima semana, entonces lo que nos interesa es ver cuál es la solución que en estos momentos vamos a tener para que estas familias no tengan más problemas en sus casas”, agregó.
Con el cese de las lluvias y el caudal más controlado, el director de la Oficina Comunal de Emergencias, Sergio Becerra, hizo el balance de la jornada, comentando que “estuvimos todo el día trabajando en el sector con moto bombas y escavadotas. Tuvimos que evacuar a cinco personas por la inundación de su vivienda, las que fueron derivadas a una hostal ubicada en calle Balmaceda, donde esperarán a que terminen los trabajos y se normalice la situación”.
También se realizaron trabajos en la escuela La Milagrosa, ubicada en Eusebio Lillo con Salvador Allende, la que estuvo a punto de inundarse. “Si no cooperábamos en el lugar, mañana (hoy) los niños no iban a tener clases”, agregó Becerra.