Este fin de semana un jugador de 17 años debió, por sus propios medios, solicitar atención en el hospital clínico, luego de sufrir una lesión en un partido de la Serie de Honor. Un grave hecho ocurrió este fin de semana en el Estadio Ramón Cañas de Punta Arenas. Un joven jugador de fútbol recibió un fuerte golpe en la cabeza, cayendo inconsciente al piso. Todos pensaron que se trataba sólo de una caída, pero en realidad había sufrido un tec cerrado. Minutos después, en su hogar, sus familiares notaron que el joven hablaba incoherencias. Su madre decidió llevarlo al hospital clínico, en donde quedó bajo observación. Fue dado de alta al día siguiente.
Sucesos como éste provocan una serie de interrogantes en torno a la seguridad que existe dentro de los recintos deportivos. ¿Los estadios cuentan con equipo médico para atender accidentes de este tipo?, ¿Quién debe responder por la persona lesionadaa, el equipo, el recinto o la Asociación de Fútbol?.
Consultado sobre este tema, el presidente de la Asociación de Fútbol de Punta Arenas, Ángel Gómez, señaló que “generalmente, en estos casos, son los clubes los que se hacen responsables de las lesiones de sus jugadores. La Asociación sólo responde por los jugadores de la selección”.
Agrega que cada equipo debería tener su equipo de paramédicos y que nunca se ha pedido ambulancia “porque no hay. Los centros no van a tener una ambulancia todo el día en el estadio. Yo, que llevo 40 años como dirigente, nunca he visto una en los recintos”, señaló Gómez.
Quienes tienen su salud asegurada son los jugadores profesionales, lo que obedece a reglamentos y flujos de dinero superior a lo que existe en Magallanes. La ausencia de una ambulancia de guardia en los estadios de la ciudad obedece a motivos económicos, ya que esto significaría un gasto enorme.
Situaciones como la vivida el domingo en el Estadio Ramón Cañas son los riesgos que se corren por la pasión que despierta el fútbol y de la que ningún jugador está libre.