Agregó que “es una enfermedad que ha sido controlada pero nunca ha sido erradicada”. Frente a la aparición de un brote de brucelosis, enfermedad que afecta al ganado bovino, el gobernador de Última Esperanza, Max Salas, dijo que si bien es un daño para ese rubro productivo, la enfermedad no representa riesgo de contagios para los humanos.
La autoridad llamó a estar tranquilos frente a este fenómeno, al margen de las acciones que adopte el SAG y la autoridad sanitaria, para controlar los brotes de esta enfermedad y sus contagios entre los animales bovinos.
Salas relató que fue contactado por el director regional del SAG, Gerardo Hotzen, básicamente para informarle que apareció, desafortunadamente, en algunos predios, un síntoma de brucelosis.
“La brucelosis bovina es una enfermedad que es muy complicada, porque genera abortos espontáneos en las vacas preñadas, pero no significa un riesgo para la salud de las personas y en ese sentido hay que aclarar el punto, o sea la brucelosis es un mal que afecta a las ganadería en su parte económica porque vacas pierden sus crías, pero no significa un riesgo para la salud de las personas”, aseguró el gobernador.
Insistió la autoridad que la brucelosis es una enfermedad exclusiva de los animales, bovinos en este caso, pero no es transmisible para las personas, aunque no deja de ser un problema para los ganaderos afectados, ya que los animales con estos síntomas deben ser sacrificados. La carne se puede procesar y ser consumida.
Puntualizó, finalmente, que es una enfermedad que ha sido controlada pero nunca ha sido erradicada. Comentó que como hay bastante contacto con ganadería de Argentina, donde de repente puede haber un ingreso ilegal de animales, que se controla, pero también existen muchos campos compartidos, separados solamente por el alambre limítrofe, lo que no garantiza que no haya contagio.