Con más de 30 años participando de distintas maratones alrededor del mundo, asegura que al correr en el continente blanco cumplió uno de sus mayores sueños deportivos. Nueva York, Atacama y diferentes circuitos a lo largo de Chile. Raúl Narváez hace más de 30a años que comenzó a desarrollar su pasión por el running, deporte que lo ha llevado a viajar por el mundo. El viernes cumplió una de sus últimos desafíos: la Antártica.
Hombre ligado al deporte, es tesorero del club profesional de Primera B Curicó Unido. Empresario frutícola, reconoce que cuando partió en este deporte fue “un hobby. Quizás como todos los grandes deportistas”.
Para el deportista curicano, su primer gran desafío fue la maratón en Santiago. “Hace 20 años y lo hice en 3 horas 17 minutos”, recuerda.
Raúl Narváez, participante de la última carrera antártica, asegura que a medida que iba recorriendo distancias mayores, su motivación iba creciendo. “Como en todo orden de cosas, cuando a uno le empieza a ir bien en algo se empieza a entusiasmar. Fue ahí cuando pensé que podía dar más”, asegura.
Nueva York y Boston fueron los siguientes destinos de este empresario frutícola, quien volvió a Chile para hacer una ultra maratón en Licanray, justo antes de conocer su primer desafío extremo.
“Un amigo me invitó a hacer el Atacama Crossing, que la gente lo conoce más comúnmente como ‘los cuatro desiertos’ y son distancias de más de 250 kilómetros”, asegura.
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