
De acuerdo, a lo informado por diario El Clarín de Buenos Aires, tras el resultado se desató la fiesta, al aire libre en los jardines de la catedral anglicana, que dan a la bahía de la capital, y cuyo edificio es famoso por la escultura con costillas de ballena.
Sin embargo, no se vio por las calles el despliegue de expresiones pro británicas y antiargentinas que los isleños mostraron el domingo.
Durante la primera jornada de referéndum, hubo estridentes manifestaciones probritánicas. Los isleños dejaron en claro la abrumadora mayoría que podría votar por el “Sí” ante la única pregunta que llevan impresas las papeletas. “¿Desea usted que las Islas Falklands sigan siendo territorio de ultramar del Reino Unido? Tan estridente fue que para los periodistas de todas partes del mundo que llegaron a cubrir el proceso, los kelpers montaron dos grandes demostraciones mediáticas. El domingo al mediodía, subidos a unas 500 camionetas todo terreno, caballos y motocicletas, los lugareños bajaron desde Moody Brook al pueblo con sus banderas de la Union Jack flameando. Los niños llevaban las caras pintadas y las mujeres los párpados con los colores de la bandera.
En las remeras se lucían todo tipo de leyendas. Una con un mapa de América del Sur fusionaba el territorio argentino con el Atlántico, y en su lugar se leía “Mar Mierda”, al igual que unas tazas que se venden como souvenir. Otra decía que lo único que posee Argentina aquí son las “minas” que dejaron enterradas los militares en 1982. Otra llevaba impreso un “Inglaterra 1 - Argentina 0”.
Según informó la cadena británica BBC, la participación de voto en las islas fue muy alta. De unos 2.900 habitantes, 1.652 tuvieron derecho a emitir su voto en los cuatro centros de votación instalados en las dos islas principales, Soledad y Gran Malvina.