
El subcomisario Iván Villalón, jefe de la BIRO, indicó que “el procedimiento se llevó a cabo mediante una denuncia realizada por vecinos, lo que permitió que en conjunto con Sernapesca se produjera la incautación de al menos 133,83 kilos de ostiones y centolla distribuidos en varios sacos, permitiendo así sacar de circulación los peligrosos mariscos que se encontraban sin las medidas higiénicas y en evidente estado de descomposición”.
Tras el procedimiento se logró la detención de un reincidente en este tipo de hechos, el que quedará a disposición de los tribunales para su formalización.