
Ferrari comenzó el interés por el cine de pequeño. Quedaba atónito con las grabaciones que realizaba su padre y luego exhibía en formato cine: “Veía la magia de ver proyectado a mis hermanos corriendo en cámara lenta… soñaba con hacer eso. Pero era costoso y mis padres no me podían financiar cursos fuera de Chile. Cuando llegó el momento de estudiar tampoco había escuelas de cine, la dictadura militar las había cerrado, así que estudié periodismo. Era una posibilidad para tener cámara y de hecho hice muchos cortometrajes con amigos, inventamos hartas cosas”, recuerda como si la memoria fuera una grabadora que retrocede en el tiempo.
Al titularse en la U. de Chile trabajó varios años en Teleanálisis, junto a Augusto Góngora, Fernando Paulsen, entre otros. Todavía en Youtube es posible revisar algunos reportajes necesarios para entender el Chile de la dictadura. Pero tenía pendiente seguir el instinto de la infancia, y Ferrari reflexiona: “Y una vez que regresamos a la democracia me dije: ‘Bueno ya hice mi aporte desde lo periodístico-documental y ahora voy a intentar hacer cine’”.
Su carrera como director comienza en 1996 con el mediometraje de ficción, El Encierro, protagonizado por Paulina Urrutia. La cinta narra la dramática historia de una joven pareja que decide encerrarse en una casa abandonada para obligarse a no consumir drogas. La obra ganó muchos premios y su pluma audiovisual comenzó a prender en el ambiente.
“Después Televisión Nacional inició un ciclo llamado Cuentos Chilenos, una serie de películas para la TV, habían varios directores consagrados, yo nunca había hecho una película, pero habían visto mis trabajos y me invitaron y empecé a hacer cosas de carácter histórico… pregunté cuántos cuentos de Baldomero Lillo hay y me dijeron que ninguno… cómo van a hacer una serie de cuentos chilenos y no está el padre… siempre me gustó e impresionó por lo trágico de la vida de los mineros del carbón, por lo trágico de niños que eran amarrados para trabajar… historias que tenía en mi cabeza como imágenes desde siempre y ahí partí… propuse hacer “Juan Fariña” y “El Pozo” después”, cuenta Ferrari, encantado con la literatura de Baldomero Lillo que ya, en esa época, empieza a fraguar una de las películas más ambiciosas del cine chileno, Subterra.
Sin embargo, la obra magna de Baldomero Lillo es reconstruida y recreada por Ferrari recién el año 2003. En el guión de Subterra desarrolla el romance entre un dirigente sindical del carbón y una sobrina del dueño del mineral. Sorprende la recreación y ambientación del lugar.
“Quería hacer una película muy bella de reconstrucción de escenario, algo muy potente que además rescataba una historia de gente muy valiosa pero que no se conocía mucho… afortunadamente fue una buena película que fue a ver mucha gente, más de 500 mil personas… metimos un ruido enorme y sirvió para destacar la vida del minero del carbón y de paso triplicar el turismo de Lota. La escenografía que hicimos ayudó a traer público, surgió luego la idea de hacer hoteles, siento que en algo ayudamos… salía en TVN, en los diarios, con mucha humildad puedo decir que aportamos. Cuando estrenamos la película lo hicimos en Lota, y la gente del pueblo se emocionó hasta las lágrimas. Estábamos felices de haber hecho algo que va más allá de lo audiovisual”, recuerda Ferrari e inmediatamente apunta que lo mismo desean hacer en Magallanes, repetir el éxito de la película y lograr un trabajo profundo con la región, con obras que queden en el tiempo.
Ferrari ya ganó un premio del Consejo Nacional de Televisión que le permitirá producir la serie. Una realización de esta envergadura cuesta alrededor de 500 millones de pesos (un millón de dólares), y ya tienen gran parte de ese presupuesto gracias al apoyo recibido más otros aportes que ellos hacen como productores.
Sin embargo, para lograr hacerlo con toda la dimensión de producción, y muy relacionado con la Región de Magallanes y la ciudad de Punta Arenas, vino con su productor para iniciar contactos con varias instituciones, personas, entidades y empresas para que los ayuden a realizar la mejor serie, “que ponga esta historia magallánica en la mente de todos los chilenos y que ayude a potenciar el turismo cultural de Magallanes. Porque estamos pensando que gran parte, sino todo aquel material que hagamos de reconstrucción histórica -llámese vestuario, escenografía, utilería que vamos a ocupar en la serie para caracterizar a los actores- quede acá en la región de Magallanes”.
Entre los actores comprometidos ya figuran Antonia Zegers (“No”), Néstor Cantillana, Luz Valdivieso, Diego Ruiz y Jaime MacManus, más otros que esperan sumar a esta idea, cuyo rodaje se haría en enero de 2014.
En su primer día en la región Ferari, junto al productor ejecutivo, Eduardo Lobos, comenzaron a tomar contacto con autoridades y empresas. “Queremos que todo sea súper conversado. Contamos con fondos por 300 millones del Consejo Nacional de Televisión, pero si queremos reconstruir un buen pueblo, dejar vestuarios en los museos necesitamos el aporte de todos”, confiesa y comienza a enumerar: Audiovisalistas, actores, autoridades, empresas, costureras, diseñadores, “a todos queremos invitarlos a trabajar con el proyecto y ojalá instalar una gran escenografía de la ciudad que quede para el turismo y todos los vestuarios y utilerías regalarlas a los museos de la zona”, explica en detalle.
Ya cuentan con el patrocinio de Sernatur, el apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y el apoyo explícito de la municipalidad de Punta Arenas. También de empresarios como Juan Matassi que facilitaría La Nao Victoria para realizar algunas tomas de la serie.
“He tenido la suerte de ver varias reproducciones de barco a escala en varias partes del mundo y el que tienen ustedes acá es extraordinario… es de los mejores que he visto, a nivel internacional. Hoy tenemos el compromiso de grabar escenas en el barco, hay maneras de hacerlo con distintos planos. Cuando me junté con Matassi, le pregunté por curiosidad si el barco navegaba y dijo que sí. Sería extraordinario grabar algunas escenas en el mar, pero no lo hemos conversado. Ahora tenemos toda la disposición de él para que hagamos planos y grabaciones de escenas en tierra y eso lo agradecemos… igual que a los administradores del parque que nos han entregado todo su apoyo”, explica.
Hoy, una pequeña placa, ubicada en Punta Santa Ana, apunta borrosa: “Aquí estuvo España”. Fue una estadía breve, donde la Madre Patria, guiada por el capitán Pedro Sarmiento de Gamboa, quiso instalar la primera colonia austral. El mismo navegante partió en busca de refuerzos… nunca llegaron y el pequeño fortín, la capilla y la esperanza quedaron derrumbadas en una historia que pocos conocen y que sólo un sobreviviente, Tomé Hernández, pudo relatar años más tarde cuando piratas ingleses lo rescataron. Tal fue la tragedia que los corsarios de Cavendish rebautizaron la ciudadela Rey don Felipe como “Puerto del Hambre”. Todos los intentos de los colonos por sobrevivir fracasaron y comenzaron a morir de a uno, hambrientos y enfermos. Casi medio siglo después, el cineasta Marcelo Ferrari quiere revivir la historia en una serie de cuatro capítulos para la televisión.
“Esta gente se quedaba mirando el horizonte todos los días, esperando y soñando con los refuerzos prometidos… y ese barco no llegaba. Imagínate, con toda la adversidad del clima no llega”, describe parte de lo que será la serie.
Y continúa: “Los colonos españoles no pudieron aprender de la sabiduría indígena que llevaban miles de años acá, porque entendían una manera distinta de ver la naturaleza y ese no entender hizo que muy pocos sobrevivan y un solo hombre llevado de vuelta a España y narrara la historia. Es increíble”.
Asegura que “es una historia tan fuerte y potente que cuando lo escuché hace diez años atrás de boca un historiador me quedó dando vueltas en la cabeza. Desde el primer minuto que me la empezó a contar, me la imaginé película. Gente que viene con sueños de crear un paraíso nuevo o que venía huyendo de sus propias tragedias… el hecho es que quedan abandonadas en unos de los lugares de mayor rigor natural, y donde el capitán Sarmiento muy bien intencionado decide volver a España por refuerzos, y su historia es terrible, es apresado… pasa miles de cosas. Es una epopeya que muestra lo mejor y lo peor del ser humano”