Aunque Santander hubiese preferido un fallo unánime, señaló que la causa se originó porque un señor que fue encontrado en su cama, en su casa y supuestamente existía alguna resolución judicial que le prohibía estar allí. “Creemos que la prueba rendida era muy pobre en demostrar esa circunstancia”, remarcó el defensor.
Sobre su estrategia de defensa, explicó: “Mi tarea fundamental fue exigirle al tribunal que si decidía condenar lo hiciera en base a pruebas serias, exactas, precisas ya que en el caso particular no se daba esa circunstancia porque técnicamente, a mi parecer, la prueba era muy pobre”. Por eso le parecía exagerado condenar a un año y medio de cárcel a una persona por estar acostada en la cama de su casa.