“No nos encerremos en nosotros mismos, no perdamos la confianza, nunca nos resignemos”, exhortó el Pontífice. ayer, durante la homilía de la Vigilia Pascual, a no resignarse ni perder la confianza ante las dificultades que presenta la vida. “No nos encerremos en nosotros mismos, no perdamos la confianza, nunca nos resignemos”, exhortó el Pontífice. Al mismo tiempo, dijo que es necesario no “cerrarnos a la novedad”, porque ésta “transforma”. Francisco encabezó la liturgia de la luz con un mensaje que puede aplicarse no sólo a la religión, sino a cualquier dificultad que el ser humano encuentra en su camino, en particular, en épocas de crisis. “Los problemas, las preocupaciones de la vida cotidiana tienden a que nos encerremos en nosotros mismos, en la tristeza, en la amargura”, advirtió el Papa. “Es ahí donde está la muerte”, enfatizó.