Remigio, hijo de la víctima, señaló que la tarde del domingo lo fue a visitar, encontrándolo en buen estado de salud. “lo vine a ver y se encontraba bien, estaba solo, pero la noche anterior había estado bebiendo con alguien, no me dijo quien era”.
Agregó que “vine (ayer) como a las 18.15 horas para colocarle una cadena donde guarda sus víveres, ya le habían entrado a robar, por eso no quiso irse conmigo. Cuando llegué no lo encontré en su mediagua así que empecé a buscarlo y lo encontré tirado en su cocina”.
Barría indicó que lo primero que hizo fue tomarle la mano para ver si estaba vivo. “Pero estaba fría, de inmediato fui a decirle lo que ocurrió a carabineros, que se encontraban cerca”.
Tras el hallazgo, al lugar concurrió personal motorizado de la policía y, posteriormente, paramédicos del Sistema de Atención de Urgencia (SAMU), constatando el fallecimiento.
De inmediato se aviso al fiscal de turno, que dispuso la presencia en el lugar del Laboratorio de criminalística (Labocar) del personal uniformado, para realizar el levantamiento de evidencia, y de personal de la sección de investigación Policial (SIP), de la misma institución, para realizar las diligencias y dar con el autor de las lesiones.
El subcomisario de carabineros, capitán Álvaro Muñoz, señaló que “familiares de la víctima alertaron a nuestro personal del hallazgo del fallecido, fue así que el propio hijo señaló que encontró a su padre tendido en una casetas donde vive y con la presunta participación de terceros”.
Fue así que tras la inspección del cuerpo por parte de Labocar se pudo determinar que el occiso presentaba siete heridas en distintas partes del cuerpo, las cuales le habrían provocado la muerte. Como data de muerte se estimó las 8 horas.
El cuerpo fue remitido al Servicio Médico Legal.