A las 18.45 horas decenas de personas irrumpieron en el templo católico y cometieron actos vandálicos, además de proferir insultos en contra del obispo. Rompieron bancas y diversos objetos religiosos, impidiendo con ello el desarrollo del culto que correspondía a esa hora.
Cuando estaba por comenzar la misa entraron jóvenes y adultos a protestar. Algunos se subieron al altar, otros tiraron la silla del obispo, rompieron los floreros y patearon la puerta de la sacristía, mientras exigían que saliera el obispo a dar razón “de la matanza de los perros”.
La gente se asustó al ver tanto vandalismo. Algunos se comieron las hostias, también saltaron en el altar, fumaron, entre otras faltas y trasgresiones a la hora de la misa.
Fiscal
Consultado el fiscal Felipe Aguirre por el avance de la investigación, respondió que la Policía de Investigaciones le entregó un informe que establece, en principio, la participación de algunas de las personas que habrían tomado parte en el atentado. “Esta información es necesaria complementarla con otras declaraciones, tendiente a establecer con mayor claridad cuál fue la actuación de estas personas”, indicó.
De las personas que estuvieron en la iglesia, varias están identificadas, otras faltan ubicar los nombres y apellidos para luego establecer las conductas ilegales.
La última declaración que tomó el fiscal en su oficina fue a dos testigos que estuvieron ese domingo en la Catedral y que vieron el desarrollo de los acontecimientos.
“Una vez procesada toda esta información estaremos en condiciones de formular cargos y judicializar a ciertas personas”, no precisando Aguirre la fecha exacta, pero sería muy pronto.
A los daños se agrega otro delito denunciado, y que forma parte de la querella criminal del obispado, que es la interrupción y suspensión de la misa.