“Es fundamental que ellos tengan una integración real”, aseguró la directora del Centro de Integración del Inmigrante, Johanna Castillo, quien informó que en la región principalmente radican argentinos, europeos, colombianos y dominicanos. En los últimos 10 años se ha producido un notorio aumento de ciudadanos extranjeros que llegan a la Región de Magallanes para quedarse, los que muchas veces son discriminados por su color o por su cultura. Es precisamente esto con lo quiere terminar el Centro de Integración del Inmigrante en la Patagonia, que se conformó en octubre del año pasado con un equipo multidisciplinario de profesionales, compuesto por asistentes sociales, psicólogos y periodistas, entre otros, y los propios ciudadanos de otras nacionalidades.
“Es muy importante organizar desde la sociedad civil una instancia de trabajo con la población inmigrante de la región”, aseguró Johanna Castillo, asistente social y directora del centro, quien participó el miércoles en el Programa Barómetro de Pingüino TV.
En la actualidad el centro espera obtener financiamiento de parte del Estado, para poder seguir consolidando el trabajo que en la actualidad realizan voluntariamente.
“En nuestra región afortunadamente no hemos vivido grandes conflictos, sin embargo podemos decir que es un grupo bastante separado de las instancias públicas, muy pocas instancias de acceso a las oportunidades gubernamentales”, explicó Castillo sobre los inmigrantes, que en su mayoría son mujeres, según datos del centro, pese a lo cual destacan que desde mediados del año pasado han visto los esfuerzos de algunas instuciones públicas para conocer más sobre el inmigrante.
Pese a no contar con cifras duras sobre la cantidad de extranjeros residentes, mencionando que precisamente aquello quieren desarrollar como centro, dijo que según datos del último Censo estos ascienden a 2.661, correspondientes al 1.7% de la población. A su vez, que predominan los argentinos y europeos, pero principalmente colombianos y dominicanos.
Trabajo nocturno
La asistente social, sabe que muchas de las ciudadanas extranjeras, mayoritariamente de estas dos últimas nacionalidades, desempeñan labores en locales nocturnos, relatando que se debe principalmente a que llegan a la región por necesidades o carencias económicas muy grandes.
“Algunas de las personas con las que hemos conversado señalan haber tenido referencia del desempeño que iban a desarrollar en la región, y otras que venían a desempeñarse como garzonas y por razones económicas deben desarrollar otro tipo de actividades que son más vulneradoras de sus derechos”, aseguró.
“Una de nuestras misiones como centro va a ser aclarar este asunto que existe, y es un secreto a voces, que tiene que ver con los contratos que ofician”, agregó, considerando que muchos inmigrantes llegan con visa de turistas, luego consiguen un trabajo y crean una sujeta a contrato laboral, el que muchas veces no se condice con la verdadera actividad que realizan.
“Es algo que está oculto desde lo formal pero en lo cotidiano uno lo conoce”, sostuvo.
Desprotección
Lo que persigue el centro es generar instancias de trabajo en materia de la socialización de sus derechos, dejando en claro que en muchas áreas los inmigrantes están desprotegidos, como en la legal, ejemplificando sus dichos en que cuando uno de ellos muere, el proceso de repatriación es muy lento, los costos son altos e influye en demasía que no existan consulados, por ejemplo, de Colombia y República Dominicana en Punta Arenas.
Actualmente el centro ha sostenido reuniones con la Gobernación Provincial, la defensoría y entidades ligadas a la educación, esperándose concretar una para los próximos días con el alcalde Emilio Boccazzi.