El fiscal Eugenio Campos Lucero indicó que este juicio será recordado por “la sangre fría”, “la codicia” y “lo dantesco”. Ayer, a las 8.40 horas, comenzó el esperado juicio oral en contra de Irma Mabel Ovalle Oyarzún y Sergio Esteban Escalona Chiguay, acusados del crimen del suboficial en retiro del Ejército, Didier Mansilla Rivera.
Parricidio y homicidio calificado respectivamente, son los delitos que enfrenta la pareja, y por los cuales arriesgan 20 años de cárcel cada uno. Actualmente llevan siete meses en prisión preventiva.
La expectación del primer día estaba centrada en la declaración que pudiera entregar la mujer. Sin embargo, cuando el juez presidente de la sala, Fabio Jordan, le ofreció pasar a estrado declinó hacerlo en ese momento, no descartando cumplir con su derecho en las próximas horas. Tal vez lo haga hoy, durante el segundo día de juicio.
El que sí habló fue Sergio Escalona, a quien los jueces exhortaron a decir la verdad. El hombre, conocido por sus cercanos como “El Chiqui”, cumple en diciembre 22 años. Durante la confesión utilizó un tono de voz suave, más bien bajo.
Pero antes, al inicio del juicio, los intervinientes tuvieron 12 minutos cada uno para fijar posiciones. El fiscal para fundamentar la acusación y los abogados la defensa de los imputados en lo que judicialmente se conoce como “alegatos de apertura”.
“Sangre fría”
El fiscal Eugenio Campos Lucero indicó que este juicio será recordado por “la sangre fría”, “la codicia” y “lo dantesco”.
Un caso jamás visto en Magallanes, donde la mujer tienta a Escalona para que elimine al marido y lo termina transformando en un sicario. “La codicia lleva a Escalona a matar, a cambio de una determinada cantidad de dinero, para comprar un vehículo”. Agregó que la acusada decide resolver un problema matrimonial eliminando al marido. Y Escalona se presta para ello pensando en el auto que podría comprar con la recompensa. “Es a partir de ahí cuando comienzan a establecer el plan”.
Sergio Escalona trabajaba...
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