Se le considera la principal causa de intoxicación accidental en el hogar, puesto que es prácticamente imperceptible. A partir de 1986, la Región de Magallanes registra 79 accidentes producto de emanaciones de monóxido de carbono con 123 personas lesionadas y 26 fallecidas.
Por esto cuatro organismos se unieron para emprender acciones preventivas: la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), la Séptima Compañía de Bomberos (Unidad Hazmat), el Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) y la seremi de Salud. Los encargados salieron a la calle a entregar recomendaciones para evitar accidentes de este tipo.
Lo más importante fue reiterar el llamado a la comunidad a que durante el año, pero especialmente en invierno en que aumenta el uso de artefactos a gas, las personas se preocupen de verificar la instalación y mantención correspondientes de estos aparatos.
La seremi de Salud, María Isabel Iduya, destacó la unión de estas cuatro instituciones y advirtió que “la seguridad de las instalaciones es un tema relevante del que tenemos que preocuparnos para evitar situaciones que posteriormente tengamos que lamentar. Estos accidentes son evitables con la debida precaución y preocupación de las instalaciones del hogar”.
El director de la SEC, Juan Barticevic, explicó la importancia de cuidar las instalaciones, realizando mantenimientos preventivos por lo menos una vez al año, lo que tienen que ser realizados por instaladores autorizados.

Enemigo invisible
El monóxido de carbono es un gas nocivo incoloro, inodoro, inflamable y altamente tóxico, que se desprende de los aparatos que queman mal. Se le considera la principal causa de intoxicación accidental en el hogar, puesto que es prácticamente imperceptible.
Los efectos comienzan a aparecer al superar la barrera del 10% del aire que se respira en una habitación. Los síntomas son similares a los de un resfrío: dolor de cabeza, tos, cansancio inesperado y náuseas e incluso se puede llegar a la inconsciencia.
Se recomienda revisar el estado de calentadores, termos (o cálefon) y estufas, además de preocuparse de mantener la casa ventilada.