La policía estableció un punto fijo y anduvo tras sus pasos muchos días, esperando que provocara un incendio. Punto fijo y seguimientos en auto, que en una sola jornada sumaron 160 kilómetros, fueron la antesala de las acciones que la Policía de Investigaciones emprendió antes de conseguir la detención del colectivero Alejandro Yutronic Díaz, el sábado 1 de septiembre de 2012.
Un mes antes Punta Arenas fue sorprendida por una seguidilla de atentados incendiarios, cuyo blanco eran autos estacionados en la vía pública. Esto generó gran revuelo en la ciudad y el fiscal Felipe Aguirre le pidió colaboración a las policías. Cundía la preocupación y cada vez se hacía más importante encontrar al “pirómano”.
La PDI armó un equipo con dedicación exclusiva. Los frutos se vieron reflejados posteriormente con la detención de Yutronic, quien ahora está siendo juzgado y en las próximas horas debiera conocerse el fallo de los jueces. Ahí se sabrá si el acusado participó realmente en los incendios o, por el contrario, es inocente. Para el fiscal Aguirre el imputado es culpable. No así para los defensores Javier Opazo y Jorge Villalobos.
¿Por qué Yutronic?
Ayer prestó declaraciones Ernesto Cayuno Uribe, uno de los oficiales de la Policía de Investigaciones que formó parte del equipo que se abocó a aclarar la ola de atentados.
A mediados de agosto recibieron una orden de investigar. Iniciaron un empadronamiento y recopilaron antecedentes hasta llegar a un testigo, Rodrigo Oyarzún, que declaró a puertas cerradas en el juicio por el incendio del 7 de agosto, en Costanera y Paraguaya. Dijo haber visto desde su casa a una persona que llegó en un taxi colectivo, luego se bajó, cruzó a una plazoleta, al lado del puerto (Prat), y romper el vidrio de un auto estacionado, iniciándose un fuego pequeño. Este sujeto se subió al auto, tomó rumbo al norte y luego se devolvió al sur por la misma costanera. Posteriormente se estacionó y fue a la garita del guardia de seguridad del puerto a informarle del auto que se estaba quemando. El testigo dijo que encaró al chofer del colectivo por iniciar el fuego, pero no lo tomaron en consideración y Yutronic se fue.
Cuando la PDI se entera de este episodio busca a Oyarzún y al guardia, Eduardo Valeria. A partir de la descripción que entregan ambos surgió un retrato hablado. Luego les exhibieron un set fotográfico donde reconocieron a Yutronic Díaz, como la persona que estuvo presente en este incendio.
Cayuno recordó que en octubre de 2011 tomó una denuncia por daños, de una empleada de Forestal Russfin, producto de destrozos a partir de 2009. El modus operandi era siempre de madrugada y por una patente llegaron al nombre de Yutronic Díaz.
Posteriormente, el 10 de julio una mujer presentó en Carabineros una denuncia por daños. Señaló que en la madrugada golpearon la puerta de su casa, al abrir se encontraron con un hombre avisando que la camioneta que estaba frente a su casa se estaba incendiando. A la mujer le llamó la atención que solamente se limitó a mirar y no prestó ayuda. Después, cuando le mostraron fotos, reconoció a Yutronic como la persona que le dio el aviso. Cuatro días después, a las 23.00 horas, el mismo sujeto volvió a la casa a preguntarle por el vehículo incendiado, lo que atemorizó a la mujer. A la semana, esta dueña de casa lo encontró en el supermercado. Yutronic estaba haciendo fila para pagar en una de las cajas al verla desapareció rápidamente. Dos meses después, cuando fue detenido, la mujer lo reconoció por las fotos de los diarios, como la persona que en julio había tocado a su puerta.
Punto fijo
Previo a la detención, Ernesto Cayuno reveló que con los antecedentes que manejaban decidieron ponerle un punto fijo a Yutronic Díaz. Lo siguieron día y noche, en tres vehículos policiales. El equipo de la PDI estableció un seguimiento constante a esta persona, que conducía un taxi colectivo. Anduvieron 160 kilómetros detrás del sospechoso, esperando que volviera a provocar un incendio. El 29 de agosto, lo que más llamó la atención del oficial fue que siguieron al sospechoso desde la medianoche hasta las siete de la mañana, pero en todo ese lapso no recogió pasajeros y rondó por diferentes sectores. Además que siempre recorría los sectores donde se habían quemado vehículos.
Al final Yutronic fue detenido la madrugada del 1 de septiembre cuando, según la policía, pretendía quemar un jeep estacionado en Gustavo Nieto y Arturo Barrera.