Pasadas las 15 horas de ayer, el rector Víctor Fajardo, el vicerrector académico Juan Oyarzo y dirigentes universitarios, encabezados por el presidente de la federación de estudiantes, iniciaron una nueva reunión para abordar la toma de la casa de estudios superiores, de la que no hubo humo blanco. A través de una declaración pública el estamento estudiantil de la Universidad de Magallanes representado por la federación, Asamblea General de Estudiantes, Consejo de Presidentes y el comité, manifestó que el contexto en el que hoy se desarrolla la movilización se relaciona a “la legítima demanda ciudadana nacional por una educación pública gratuita, laica y de excelencia en todos los niveles educacionales, y la necesidad urgente de generar un cambio en el sistema educativo del país, el cual, actualmente, se encuentra al servicio especulativo del mercado, mercantilizando los saberes y reproduciendo la inequidad social. Se produce una nueva problemática nacional a raíz de la requintilización llevada a cabo por el Ministerio de Educación, afectando a miles de estudiantes de todos los ciclos operantes en la educación chilena, que se ven perjudicados parcial o totalmente con la pérdida de beneficios entregados por el Estado (becas y créditos)”.
El comité delegado por el Consejo de Presidentes, en tanto, realizó un nutrido diagnóstico, manifestando que: “El proceso de reevaluación de la condición socioeconómica tanto como la reasignación de becas y créditos, llevado adelante por el Ministerio de Educación ha sido difuso y engorroso; que la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DAE) maneja y entrega información difusa e inexacta; que la autoridad universitaria y la DAE naturaliza la precariedad e incertidumbre a la que se somete el estudiantado, y que el sistema de información de la docencia, cuya responsabilidad operativa recae en la unidad de sistemas informáticos, no permite el trabajo y comunicación eficiente entre el cuerpo académico y la DAE, por lo que resulta necesario generar una base de datos única, que permita un trabajo coordinado, tomando como antecedente los problemas ocurridos en el proceso de renovación de becas y créditos y el colapso ocurrido durante el presente año en los procesos de matrícula”.
Asimismo realizaron duras críticas a los directivos y profesorado, manifestando que “algunos jefes de carrera no han realizado responsable y puntualmente el cierre y entrega de actas, para poder subir las notas al Sistema de Información de la Docencia, para que la DAE pueda realizar la acreditación del avance académico pertinente; que el vicerrector académico (Juan Oyarzo) encargado de supervisar que todo el proceso de coordinación entre avance académico y la DAE sea ejecutado óptimamente, actividad que no ha sido realizada de forma eficaz y se denota la nula autocrítica por parte de los directivos frente al problema expuesto”.
“Hacemos énfasis en la escasa voluntad de las autoridades de la universidad en satisfacer el petitorio emanado desde la asamblea general. El rector Víctor Fajardo entrega información adulterada y falaz a los medios de comunicación con cuya complicidad ha generado un clima de incertidumbre en el estudiantado y la comunidad”, añadieron enfáticos.
Agregaron los estudiantes que “si bien este problema se enmarca en la educación de mercado y las políticas de auto sustento que las universidades públicas tuvieron que asumir desde 1981 a la actualidad, acusamos que existen responsabilidades administrativas que han de ser reconocidas y enmendadas por la autoridad”. El estamento estudiantil entiende que una universidad pública es una institución social, al servicio de la comunidad a la que pertenece, un espacio de convivencia, experiencia y construcción de conocimientos acerca del mundo en que vivimos, donde se amplía la capacidad de acción y reflexión del estudiante en formación, donde el respeto y reconocimiento del otro como ser legítimo, conlleva a ser capaces de compartir conscientemente la responsabilidad cotidiana de construir nuestro espacio de convivencia asumiendo un compromiso ético y ecológico con la comunidad. “Esto es el quehacer universitario. Entendemos que la educación responde al tipo de sociedad que buscamos conseguir. Anhelamos que nuestra Universidad de Magallanes sea de excelencia y lo lograremos a medida que cada uno de los miembros académicos hagan práctica en lo cotidiano, sobre la aplicación de los dominios de acción y reflexión de los conocimientos que se estudian. Queremos que todos los hijos e hijas de Magallanes tengan la opción legítima y legal de estudiar en la UMAG, perseguimos como fin irrenunciable que la comunidad magallánica conozca y sienta esta institución como suya. Somos acérrimos creyentes que la competencia no es, ni puede ser, sana, porque implica la negación del otro, ya que, en la competencia siempre hay alguien que necesariamente tiene y debe perder. Rechazamos una educación basada en la competencia”, destacaron.
Finalmente, calificaron que “la toma no es un fin en sí mismo, sino una herramienta de presión y manifestación legitima de este malestar”, cuestionándose si ¿es acaso la estratificación social por quintiles un indicador justo? y ¿hasta cuándo es posible admitir la mercantilización de la educación que lleva al reparto desigual del bienestar de los miembros de una comunidad? .
Reunión
Desde las 15 horas en el Conservatorio de Música ubicado en Avenida Bulnes, el rector, el vicerrector académico y dirigentes universitarios, encabezados por el presidente de la Federación de Estudiantes de la UMAG (FEUM), Andrés Douglas, desarrollaron una nueva reunión para abordar la toma de la casa de estudios superiores, la que tuvo una duración cercana a las dos horas, sin concretarse acuerdos.