
“Debido al historial y carácter sionista de ese fiscal, nosotros no damos ninguna importancia a sus afirmaciones”, dijo a la agencia la Oficina de Información Diplomática del ministerio de Asuntos Exteriores iraní, sin más detalles.
Junto con Estados Unidos, el principal enemigo de la república islámica de Irán, es el Estado de Israel, al que denomina “entidad sionista” y cuya existencia no reconoce, por lo que propugna su desaparición.
El pasado 29 de mayo, Nisman, fiscal en la investigación del atentado de 1994 contra la sede en Buenos Aires de la mutualista judía AMIA, donde murieron 86 personas, acusó a Irán de infiltrarse en “varios países de Sudamérica e instalar allí estaciones de inteligencia destinadas a cometer, fomentar y patrocinar actos terroristas”.
Según informó la Unidad Fiscal de Investigación del caso AMIA, según Nisman, “existen fuertes y concordantes indicios de que dicha infiltración e instalación de estaciones de inteligencia se ha llevado a cabo en países como Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay, Colombia, Guyana, Trinidad y Tobago y Surinam”.